El Frente Sur del Tajo: Trinchera Franquista 1

Fortificaciones en el frente sur de Toledo. Fuente: RUIZ CASERO, LUIS ANTONIO, Los combates al sur del Tajo. Un enfoque patrimonial a un escenario de la guerra civil, Audema editorial, 2014. p.87.

Lo que en un primer momento se planea como un golpe militar en 1936, deriva en una guerra civil que se prolongará durante tres años. Esto en parte es debido a la manera de hacer la guerra, ya que desde la I GM el concepto es el de guerra de posiciones o trincheras.

Es un episodio que consiste en mantener el frente para evitar el avance del enemigo, por lo que las líneas de combate quedan estancadas llegando a prolongarse meses en el tiempo. Para llevar esto a cabo se realizan trincheras, que son zanjas con una profundidad media entre 0.70-1.80 metros y una anchura media entre los 50-60 centímetros. Estas trincheras se refuerzan en su parte superior con parapetos realizados en piedras, sacos terreros o madera. Además, presenta un trazado sinuoso para que en caso de impacto de proyectiles la metralla no viaje por los estrechos pasillos causando muchos más daños.

Un ejemplo en Castilla la-Mancha es Toledo, ya que, desde los primeros momentos de la guerra hasta su fin, hubo intensos combates en el frente sur del río Tajo, encontrando numerosos vestigios entre los que destacan trincheras, pozos de tirador y bunkers.

La trinchera uno del bando sublevado se sitúa al oeste del Palacio de San Bernardo, se corresponde con una de las que componen la posición número uno. Es un complejo sistema formado por unos 300 metros de trincheras que se establecieron para defender el Palacio de San Bernardo en el mes de octubre de 1936.

Autor GRM

Violencia en la retaguardia republicana en la provincia de Ciudad Real

 La violencia revolucionaria fue especialmente intensa en los primeros seis meses tras el golpe de Estado: los comités se hicieron con el poder en las calles, mientras instituciones como el Ayuntamiento, la Diputación o la Audiencia Provincial paralizaban su actividad y desaparecían las fuerzas de seguridad, puesto que la Guardia Civil y la Guardia de Asalto habían sido enviadas a Madrid. Las milicias locales fueron dueñas de la situación entre julio y diciembre de 1936, imponiendo el terror sobre quienes tenían por sus enemigos: las personas consideradas derechistas y católicas.

Éstas eran detenidas y conducidas a la prisión provincial o a centros conocidos como checas, donde tras someterlas a interrogatorios, torturas y a “juicios populares” se decidía su suerte. Frecuentemente consistía en el fusilamiento de madrugada de grupos de detenidos, en los que abundaban miembros de la misma familia, cuyos cadáveres se abandonaban en fosas comunes cercanas a los cementerios o en las cunetas de las carreteras.

Las cifras de víctimas no se conocen con fiabilidad: es necesario que todavía se hagan muchas investigaciones rigurosas, localidad por localidad, para poder ofrecer datos sólidos. A falta de estas investigaciones, y según Alía Miranda, que ha contrastado las cifras de los Libros de Caídos con otras fuentes locales que documentan estas muertes, se conocen 2.186 víctimas en la provincia de Ciudad Real, con una distribución geográfica muy desigual: la mayor parte de las ejecuciones tuvieron lugar en 21 localidades, destacando la comarca de la Mancha como la que más concentra, seguida de la de Campo de Calatrava. Ciudad Real, Valdepeñas, Daimiel, Manzanares y Campo de Criptana tienen el triste protagonismo de ser las localidades con más víctimas, mientras que algunos lugares de importancia y de gran conflictividad social antes de la guerra, como Puertollano o Almadén, presentaron índices de violencia muy bajos.

Cronológicamente, la violencia se concentró en los primeros seis meses tras el golpe, descendiendo sensiblemente a partir de octubre y prácticamente desapareciendo con el final de 1936, cuando el proceso de recuperación del poder por parte de la administración republicana ganó fuerza.

Autora: ACP

El desastre de “Los Marines” y la debacle de la Agrupación Manchega

Guerrilleros en la zona centro detenidos por la Guardia Civil. Fuente: DÍAZ DÍAZ, Benito, La guerrilla antifranquista en Toledo: La primera Agrupación Guerrillera del Ejército de Extremadura-Centro, Talavera de la Reina, Colectivo de Investigación Histórica Arrabal, 2001.

El 7 de marzo de 1947 comenzó la debacle de la Agrupación Guerrillera de La Mancha. Ese día se produjo una fuerte tormenta y la guerrilla de “Atila” se refugió en una base en el cortijo de “Los Marines”, cerca de El Salobre (Albacete), pero fueron avistados por un vecino de la localidad. 

La Guardia Civil cercó el cortijo y al amanecer del día 8 registró la casa sin encontrar a los guerrilleros, que se encontraban en las dependencias de la casa, pensando que la Guardia Civil ya se había marchado. Ambos grupo se encontraron e iniciaron un tiroteo en el que “Atila” mató al brigada Froilán Briz Ortega, pero el jefe de la partida fue asesinado por el cabo primero Manuel Alonso Padilla. 

Anastasio Rodríguez Castillo “El Chato”, acompañado de su mujer y su hija, fue ejecutado de un tiro en la cabeza. Los guerrilleros, cercados, intentaron escapar desesperadamente. Lo consiguió Eduardo Martín Carmona “Porrones”, pero Ramón Palacios Banegas, Ángel Flores Martínez y Silverio León Palacios murieron en el intento. 

El día 13 de este mes, Emiliano López Torres “Poto”, componente de la guerrilla de “Atila” fue cercado y abatido en una choza cerca de Bienservida. La desaparición de esta partida fue un duro golpe para la Agrupación y supuso el inicio del declive de las acciones guerrilleras en la zona de La Mancha. 

Autora: LPG

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La Agrupación Manchega asalta al pagador de la compañía de construcciones ABC

Vuelo americano en la zona de la carretera Albacete-Alcaraz. Fuente: https://www.ign.es/iberpix/visor

Una de las acciones más fructíferas de la Agrupación Manchega se produjo el siete de octubre de 1946 en un tramo de la carretera de Albacete a Alcaraz, en el kilómetro 46, donde asaltaron un camión en el que iba el pagador de la compañía de construcciones ABC, encargada de construir la línea férrea de Baeza a Utiel. Parado el camión, montaron seis guerrilleros que obligaron al conductor a continuar la marcha a lo largo de un kilómetro y medio hasta las inmediaciones del río Jardín. Allí le arrebataron el maletín con 64.600 pesetas, cruzando el río y adentrándose en el monte. 

A pesar del éxito del golpe, falló en parte porque el otro pagador había pasado por el mismo lugar antes de la hora prevista por la guerrilla, llevando la mayor parte del dinero para pagar las nóminas de los trabajadores: cien mil pesetas. 

Este golpe fue dirigido por “Pepe”, con la colaboración de Antonio Hidalgo López “Atila” y con el apoyo de Antonio Moreno Manzano “Líster”, Guzmán Girón Nieto “Donaire” y Francisco Gomar Torró “Valenciano”, así como Francisco Gallardo Aguado “Enrique” o “El Viejo”, que había trabajado en las obras del ferrocarril y era el que había facilitado los datos para el atraco, reincorporándose a la guerrilla después del asalto. “Pepe” entregó todo el dinero al Mando Guerrillero. 

Autora: LPG

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Reunión de la Agrupación Manchega tras los sucesos de la Casa de Alite

Alfonso Ortiz Calero “Magro”. Fuente: DÍAZ DÍAZ, Benito (coord.), La guerrilla en Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Almud, ediciones de Castilla-La Mancha, Biblioteca Añil, 2004, p. 183.

La Guardia Civil sorprendió a la partida de “Chichango” en la Casa de Alite y, sin tiempo para huir, hicieron frente a los guardias. Tras un intenso tiroteo, fueron abatidos el cabo 1º Antonio Mazuelas Ruiz y los dos guardias civiles Miguel Álvarez Castro y Juan Parreño Laguía. Las consecuencias del golpe fueron inmediatas y rápidamente comenzaron las detenciones de enlaces y sospechosos colaboradores de la guerrilla tanto en El Provencio como en Villarrobledo. 

El intenso dispositivo de la Guardia Civil tras la muerte de los tres números estuvo a punto de dar sus frutos y culminar con la detención de Alfonso Ortiz, “Lister”, “Veinticinco” y “Piti”. Los guerrilleros fueron localizados el 8 de febrero de 1946 en la casa de campo El Cerrojo (Villarrobledo), pero, tras un tiroteo, los maquis consiguieron huir. Mientras tanto, la guerrilla de “Chichango” se encontraba en El Provencio construyendo un refugio subterráneo. Avisados de lo sucedido, se desplazaron a Socuéllamos para celebrar un pleno de la Agrupación en el que se analizó lo ocurrido y sus posibles consecuencias. 

A pesar de la tensión del encuentro y de la intención de algunos miembros de la Agrupación de fusilar a “Chichango” por incumplir la orden de evitar encuentros con la Guardia Civil, acordaron enviar una carta firmada por el jefe de la Agrupación al capitán de la Guardia Civil lamentando la muerte de los guardias y advirtiéndole de que, si se tomaban represalias, los guerrilleros tenían orden de actuar sin piedad contra cualquier miembro de la Benemérita.  

Autora: LPG

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La Ofensiva de la Agrupación Manchega en 1946

Ejemplo de base guerrillera. La casa de Ismael Hernández, en Las Herencias, utilizada por los guerrilleros republicanos como base-cuartel para realizar actos de sabotaje tras las líneas enemigas. Foto: José Pérez. Fuente: PÉREZ CONDE, José; JIMÉNEZ RODRIGO, Juan Carlos; DÍAZ DÍAZ, Benito: La Guerra Civil en Talavera de la Reina. Conflicto bélico, represión y vida cotidiana, Talavera de la Reina, Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina, p. 133.

1946 es el año en el que la Agrupación Manchega pasa a la ofensiva. El año comienza con la Agrupación concentrada en la huerta de “El Zurdo de Castañares” en El Provencio (Cuenca). “Carlos” considera que la guerrilla ya está preparada tanto política como militarmente, ya que, en los pueblos conquenses de Las Mesas, El Pedernoso, Las Pedroñeras y El Provencio, limítrofes con Socuéllamos (Ciudad Real) y Villarrobledo (Albacete) contaban con bases seguras y con enlaces dispuestos a apoyar a la guerrilla. 

En febrero, Alfonso Ortiz Calero “Magro”, como jefe de la VIª Agrupación, ordenó actuar simultáneamente a las tres guerrillas que la componen para dar tres golpes económicos. A la guerrilla de Evaristo Rubio “Regalo” se le ordenó un atraco a la finca El Fraile (Villarrobledo); la de Sebastián Moya Moya “Chichango” tenía que asaltar la Casa de Alite (Villarrobledo), mientras que “Cruz”, “Arruza” y “Piti” marcharon a Socuéllamos para robar a un cobrador procedente de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).  

La Guardia Civil había montado un dispositivo para intentar localizar a los guerrilleros. Tras inspeccionar la finca de El Calaverón se dirigieron a la Casa de Alite, donde estaba la partida de “Chichango”. Un trabajador dio la voz de alarma, pero pensando que no había tiempo para huir, “Chichango” decidió hacer frente a los guardias. En un tiroteo intenso que duró unos diez minutos, los dos guardias civiles, Miguel Álvarez Castro y Juan Parreño Laguía, fueron abatidos, así como el cabo 1º Antonio Mazuelas Ruiz.

 Finalizado el golpe, los guerrilleros regresaron a la huerta de “El Zurdo” (El Provencio). Las consecuencias del enfrentamiento fueron inmediatas, con numerosas detenciones en El Provencio y en Villarrobledo. 

Autora: LPG

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Los huidos de Menasalbas

 La fuerte represión que tuvo lugar al término de la Guerra Civil supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Ciudad Real, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia.

A lo largo de 1941 la Guardia Civil logró varios éxitos en su lucha contra los huidos en los Montes de Toledo. El 11 de febrero, un cazador furtivo descubrió un hilillo de humo que salía del campamento de los huidos de Menasalbas, cerca de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). Las fuerzas de seguridad rodearon el campamento y dieron muerte a Saturnino Gómez “Margallo”, mientras que el resto escaparon ilesos. 

Los huidos decidieron huir a Portugal e intentar llegar a Hispanoamérica. Entre ellos estaban “El Arricusqui”, “Trascanta”, “El Aceitero” y “Mariblanca”. Algunos de ellos lograron entrar en Portugal, pero solo Eusebio García “Porrones” consiguió viajar a Venezuela. “Arricusqui” fue detenido y condenado el 20 de agosto de 1942 a treinta años de cárcel. De “Trascanta” y “Mariblanca” no se supo nunca más. 

De los que no consiguieron llegar a Lisboa, algunos regresaron a los Montes de Toledo, como fue el caso de “El Aceitero”, que se ocultó en las sierras próximas a San Pablo de los Montes. Moriría finalmente el 28 de julio de 1945 en la finca Cabañeros de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). El único superviviente fue José Manzanero, que permaneció solo durante casi un año en los montes y más tarde se ocultó en su pueblo, durante tres años. 

Autora: LPG 

Reorganización de la VIª Agrupación Guerrillera

En la zona de La Mancha se constituiría la VIª Agrupación, que abarcaba el sur de Cuenca, este de Ciudad Real y oeste de Albacete, haría de nexo con la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón por el noreste y por el sur enlazaría a través de los guerrilleros de Jaén con las partidas andaluzas. Por el noroeste conectaría con la 1ª Agrupación en los Montes de Toledo y por el oeste con la 2ª Agrupación, que estaban incluidas en el Ejército Guerrillero de Extremadura-Centro. 

En el monte de La Moheda (Socuéllamos) se reunieron el 15 de octubre de 1945 “Fedor”, “Tarzán”, “Magro”, “Peseta”, “Regalito”, “Maravillas”. Esta reunión tuvo su continuación en otra celebrada este mismo mes en el monte La Jaraba en el término municipal de El Provencio (Cuenca). En estos contactos se produjo la reorganización de la guerrilla, se analizó lo sucedido en el golpe a la finca de La Vizcaína y sus consecuencias, la forma de recomponer el partido después de la caída del comité comarcal y los métodos para captar a militantes de izquierdas para crear bases y puntos de apoyo a la guerrilla. 

Las diferencias en la forma de gestionar la guerrilla produjeron la deserción de Sahuquillo y Castillo. La desaparición de estos guerrilleros dejó como único jefe efectivo de la organización a “Magro”. 

Autora: LPG

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La VIª Agrupación Guerrillera atraca la finca-bodega “La Vizcaína”

Ejemplo de partida guerrillera. Partida de “Ligero”. Fuente: PRIETO PRIETO, Ángel, Guerrilleros de la libertad: resistencia armada contra Franco, Madrid, Oberon, 2004, p. 165.

En la zona de La Mancha se constituiría la VIª Agrupación, que abarcaba el sur de Cuenca, este de Ciudad Real y oeste de Albacete y serviría de nexo con la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón por el noreste y por el sur enlazaría a través de los guerrilleros de Jaén con las partidas andaluzas. Por el noroeste conectaría con la 1ª Agrupación en los Montes de Toledo y por el oeste con la 2ª Agrupación, que estaban incluidas en el Ejército Guerrillero de Extremadura-Centro. 

Una de sus principales actuaciones fue el atraco a la finca-bodega “La Vizcaína”, propiedad de Antonio Gastañaga Elorriaga, destacado industrial de derechas. Los principales líderes fueron Lucio José Sahuquillo Rueda “Tarzán”, Alfonso Ortiz Calero “Magro” y Francisco Castillo Parra “Maravillas”. El 18 de septiembre de 1945 solicitaron la colaboración de otros guerrilleros y enlaces. 

Los guerrilleros contactaron con Juan Antonio Laserna Benítez, capataz de “La Vizcaína”, que informó que para el fin de semana habría más de veinte mil pesetas para el pago de la uva adquirida para la bodega, por lo que decidieron que la fecha más propicia para realizar el atraco era el viernes día 21. 

Era época de vendimia, por lo que la concentración de trabajadores en la finca era alta y los futuros asaltantes decidieron que había que descongestionar la zona sin levantar sospechas. Para ello organizaron un baile en una finca próxima a La Vizcaína. Tras el exitoso atraco, los asaltantes volvieron a Villarrobledo, en dos grupos y por caminos diferentes. Las consecuencias del atraco fueron inmediatas. 

Autora: LPG

La guerrilla en la zona centro en 1940

Joaquín Ventas Cita “Chaquetalarga”. Fuente: DÍAZ DÍAZ, Benito (coord.), La guerrilla en Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Almud, ediciones de Castilla-La Mancha, Biblioteca Añil, 2004, p. 145.

Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Ciudad Real, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia. 

La partida liderada por el extremeño Joaquín Ventas Cita “Chaquetalarga”, organizada en 1940, se movió en estos años por los términos municipales de La Puebla de Don Rodrigo, Fontanarejo, Navalpino, Arroba de los Montes y Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). La presencia de “Chaquetalarga” por tierras ciudarrealeñas fue muy esporádica, aunque entre sus actuaciones más destacadas se encuentra el secuestro de una mujer en Casa Marín, en la finca La Toledana, en 1942, para cobrar el rescate y financiar la guerrilla. 

A partir de 1944 se intensificaron los recorridos y golpes de suministro por Ciudad Real, desde las bases de Cáceres. Destaca el secuestro del hijo del dueño de la finca El Gachero (Retuerta) en octubre, del que consiguieron 11.000 pesetas por el rescate. En ese mismo mes, el día 21, actuaron en la finca Los Porches (Alcoba) consiguiendo dinero y en donde, no se sabe por qué motivos, los siete de la partida violaron, uno tras otro, a la joven Gregoria Mendoza. 

Autora: LPG

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