La depuración del magisterio en Cuenca durante el franquismo fue parte de un proceso llevado a cabo a nivel nacional que buscaba asegurar la lealtad política de los docentes a los principios del nuevo régimen. Las maestras y maestros fueron investigados exhaustivamente por su afiliación política y sindical, su conducta religiosa y moral, sus vínculos con el gobierno republicano y prácticas pedagógicas no tradicionales.
En 1940, había 540 maestras en Cuenca y su provincia, de las cuales 103, es decir, el 20%, fueron sancionadas, lo que representaba que una de cada cinco había sido suspendida de empleo y sueldo o inhabilitada para la docencia. Las maestras sancionadas eran listadas alfabéticamente, incluyendo detalles como el tipo de sanción impuesta, el cargo que ocupaban, la localidad y la fecha de publicación de la sanción, así como el número del Boletín Oficial Provincial (BOP) donde se registraba el castigo.
Por otro lado, también hemos de tener en cuenta los exilios de maestras de otras provincias a la de Cuenca, especialmente de Málaga, Vizcaya, León, Sevilla, Barcelona, Guipúzcoa y Palencia. Estas maestras vivieron un estado de silencio y miedo, fueron expulsadas de sus hogares y desarraigadas.
Autora: LMC
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