Humanitarismo en Guerra

La movilidad de los frentes de combate durante la guerra provocó numerosos desplazamientos de población en el territorio controlado por la República. Las primeras oleadas de evacuados de la guerra se originaron en las fechas iniciales del conflicto en las poblaciones de la sierra de Madrid, parte de Andalucía y de Extremadura, principalmente, por la marcha de las fuerzas militares sublevadas hacia la capital. En 1937 las principales remesas de refugiados llegaron a partir de la evacuación de Málaga entre enero y febrero y del norte de la península, entre abril y octubre. Del 21 de diciembre de 1936 al 3 de enero de 1937 estuvo por el territorio republicano una Misión de la Comisión Técnica de la Organización de Higiene de la Sociedad de Naciones. Según sus conclusiones, “El total de los refugiados repartidos ya pasa de un millón, y se explica por el carácter severo de la lucha. Son recibidos por las familias o reunidos en edificios públicos. Constituyen el 10 por 100 de la población. Pueden llegar hasta el 15 por 100. Luego la absorción será más difícil”. Según informe de enero de 1937 del Comité Nacional de Refugiados, la población refugiada llegó a representar un 26,20 % de la población total en Ciudad Real y un 18,19 % en Albacete, como provincias con un mayor porcentaje. Los más bajos se encontraban en Guadalajara (7,94 %) y Jaén (8,94 %), aunque eran suficientes para trastocar la vida cotidiana de todos los vecinos. Al comienzo de 1938, según datos de la Dirección General de Evacuación y Refugiados, había en torno a 1.800.000 refugiados. En agosto de 1938, el total de refugiados en el bando republicano se estimaba en unos 2.000.000, de los cuales 1.012.544 se encontraban en Cataluña.

Autor: FAM