En 1940 deambulaban por la provincia de Cuenca algunos republicanos fugados de los campos de trabajo o de las cárceles franquistas. Uno de estos huidos era Vicente Sanz Valiente, jornalero de Los Isidros, una pedanía de Utiel (Valencia), que se refugió en los montes cercanos al río Cabriel. Logró pasar desapercibido durante años y actuó siempre en soledad, aunque finalmente fue abatido el 25 de abril de 1946 cerca de Minglanilla (Cuenca).
Emilio Cócera Valverde “El Clavel”, natural de Aliaguilla, pero afincado en Utiel, se ocultó en el monte tras escaparse de la Colonia Penitenciaria de Benagéber (Valencia). Delatado, fue detenido en la serranía de Alcalá de la Vega el 6 de diciembre de 1947 y falleció en el depósito municipal de Cañete.
En Guadalajara, con una serranía marcada por el Sistema Ibérico en la zona nororiental y el sistema Central en la noroccidental, se situó Amador Méndez de la Cruz “Méndez”, vecino de Armallones. Se fugó del Batallón de Trabajo de Pálmaces de Jadraque tras tener noticia de que el alcalde de su pueblo había ultrajado a su mujer, Basilisa de la Llana. Permaneció escondido en los montes cercanos a Armallones, Ocentejo, Carrascosa del Tajo, Morillejo, Alberteta, Salmerón, Millana, Vindel y Alcantud, donde tejió una amplia red de enlaces y colaboradores. En 1947 se integró en la guerrilla, concretamente en el grupo liderado por Carlos Blanco Manso “Pepito de Guadalajara”.
Autora: LPG