Debido a la escasez de estudios sobre la mujer en la guerrilla antifranquista, apenas se conocen actuaciones de la mujer en las partidas guerrilleras, aunque está documentado que iban armadas. Sí que constan mujeres que actuaron como enlaces, realizando labores de intendencia y servicios. En la mayoría de las ocasiones actuaban como guardianas de los campamentos y de los almacenes, pero también permanecían en la retaguardia cuando se producían golpes económicos de suministro y secuestros.
En la provincia de Ciudad Real actuó Asunción Méndez Jaramago, vecina de Agudo, que huyó a la sierra junto a su padre y su hermano, el conocido como “Manco de Agudo”. Ella y su padre fallecieron en un tiroteo en Puebla de Don Rodrigo en julio de 1941.
Paulina Amaro Pachá, natural de Guadalmez (Ciudad Real), quedó viuda durante la Guerra Civil y se convirtió en enlace de los primeros huidos en la Estación de Guadalmez-Los Pedroches. Luego se echaría al monte y fue compañera de José Caballero “El Yamba”. En el verano de 1946 ambos abandonaron la 2ª Agrupación Guerrillera para ocultarse en Barcelona. En 1949 lograron cruzar la frontera francesa.
Sergia Flores Sanz, natural de El Viso (Córdoba), esposa legal de “Lazarete”, con quien huyó a la sierra en 1941. Ambos fallecieron en la emboscada de la Guardia Civil en la Sierra Mochuelo, el 5 de marzo de 1948, traicionados por “El Lechuga”.
Sofía López García, natural de Navas de Estena (Ciudad Real) fue acusada de actuar como enlace de los guerrilleros. También fue acusada de exaltar la causa roja, de hacer propaganda y de actuar como espía de su marido, huido en la sierra. Mientras estaba presa tuvo una hija, que fue entregada a su hermano.
Autora: LPG