Debido a escasez de estudios sobre la mujer en la guerrilla antifranquista, apenas se conocen actuaciones de la mujer en las partidas guerrilleras, aunque está documentado que iban armadas. Sí que constan mujeres que actuaron como enlaces, realizando labores de intendencia y servicios. En la mayoría de las ocasiones actuaban como guardianas de los campamentos y de los almacenes, pero también permanecían en la retaguardia cuando se producían golpes económicos de suministro y secuestros.
En la zona Centro-Sur se han documentado 1.466 guerrilleros, pero solo 26 mujeres. La mayoría de ellas se incorporaron a las partidas guerrilleras por vínculos familiares, más que por razones políticas. Estas mujeres acompañaron a sus padres, hermanos y parejas, huyendo de la represión de la que eran objeto en sus pueblos.
En la provincia de Toledo destaca la presencia de Felisa Paredes Aceituno “La Golondrina”, natural de Campillo de La Jara (Toledo). Huyó a la sierra con 15 años, en enero de 1945, junto a su padre y su hermano. Se integraron en la partida de “El Comandante Honorio”, aunque su padre y su hermano se entregaron en diciembre de 1945. El otro hermano, Germán “Arribas” falleció en la partida de “Eusebio Eubel de la Paz”, en la zona centro. Felisa pasó a la partida de “Cuquillo” en 1946, pero en su camino a Francia, acompañada por “Hocino” y “Perdiciones”, fueron asesinados, traicionados, en Minas de Santa Quiteria (Toledo), el 30 de abril de 1945. “La Golondrina” apenas tenía 21 años.
Autora: LPG