A lo largo de 1949, a pesar del declive de la guerrilla, se sumaron 22 incorporaciones al 5º Sector, entre ellas 4 mujeres. Desde Atalaya se incorporó Nicolás Martínez Rubio “Enrique”, junto a sus hijas Esperanza “Sole”, Amadora “Rosita” y Ángeles Martínez García “Blanca”, de 22, 19 y 17 años respectivamente. También se incorporaría a la sierra su cuñado, César García Lerín, esposo de Amadora Martínez. Desde Mohorte, se unió a la guerrilla Remedios Montero Martínez “Celia”, de 23 años, junto a su padre Eustaquio Montero Cotillas y su hermano Fernando “Luis”, de 18 años.
Otra mujer que estuvo en la sierra fue Ángeles López Rodríguez “Trini”, que se incorporó al 11º Sector junto a sus hermanos Feliciano “Isidro” y Manuel “Eduardo” en octubre de 1947, pero tuvo que ser evacuada al poco tiempo y logró pasar a Francia.
No todos aceptaron la presencia de las mujeres en la guerrilla, pues consideraban que podía atentar contra la solidaridad del grupo. Estas mujeres vestían igual que los hombres y portaban pistolas, macutos y participaban en reuniones políticas. Sin embargo, no hicieron ninguna guardia ni participaron en operaciones económicas.
A pesar de todo, la presencia de estas cuatro mujeres en la sierra fue bastante breve. A “Trini” le encontraron refugio en Valencia, a “Celia” la ocultaron en mayo de 1950 en Villalonga (Valencia) en la casa de un familiar de Adelino Pérez Salvat “Teo” pero, al ser descubierta su identidad, regresó a la sierra. En 1951 fue evacuada a Francia y fue detenida en Burgos en marzo de 1952. A “Rosita” la evacuaron primero a Calles (Valencia) y luego a Yecla (Murcia), donde la apresaron en 1951. “Blanca” se refugió en mayo de 1950 en una masía de Cofrentes (Valencia), donde la detuvieron en mayo de 1952.
Autora: LPG