Fosa común de Altarejos, trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Altarejos fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 07 de octubre de 1964 y en ella se encontraba el cuerpo de Marcelino Martínez Martínez.

El Mapa Estatal de Fosas muestra que en Cuenca hay 50 fosas comunes, de las cuales solo 9 están exhumadas al completo. Una de las más conocidas, la de la Tahona de Uclés, ha sido exhumada solo de forma parcial en una excavación llevada a cabo entre 2005 y 2007 que atrajo  una importante atención por el elevado número de restos que contenía. La gran actividad guerrillera en la zona por parte de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón hacen que sea la región donde el número de fosas guerrilleras sea mayor: de las 50 fosas, 33 de ellas lo son. Por otro lado, 6 fosas de la provincia fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al final de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar este monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosas comunes en Castilla-La Mancha

La información aportada por el Mapa de Fosas del Ministerio de Castilla-La Mancha y las investigaciones realizadas por el equipo de la Mapas de Memoria de la UNED localizan en la actualidad 180 fosas comunes para Castilla-La Mancha, contando tanto las generadas durante la Guerra Civil, por motivos de guerra y por violencia de la retaguardia (la mayoría trasladadas al Valle de los Caídos), como las generadas en la posguerra, resultado de la represión ejercida por el régimen franquista y que constituyen la mayoría. Estas 180 fosas se sitúan en 145 localidades, distribuidas de forma irregular según la provincia. Así, en Albacete se cuentan 22 fosas en 12 localidades; en Ciudad Real, 57 fosas en 50 localidades; en Cuenca 50 fosas en 44 localidades; en Guadalajara 13 fosas en 8 localidades; y, por último, 48 fosas en 31 localidades en Toledo.

Sin embargo, estos datos no son definitivos, pues en líneas generales se puede afirmar que existe un vacío historiográfico sobre las fosas de la Comunidad. Salvo el caso del proyecto de la UNED en Ciudad Real, no se ha dado en ninguna de las provincias un estudio sistematizado de localización de fosas. A pesar de esto, en cuanto al estado de conservación de las fosas localizadas, se aprecia la primacía de fosas que no han sido intervenidas y las que han sido trasladas al Valle de los Caídos: 69 de las 180 son de estos dos tipos (lo que representa casi un 40% del total). La falta de una política real que busque la exhumación científica y la dignificación de los represaliados deja a familiares pendientes de la actitud de los Ayuntamientos, que en muchos casos han decidido seguir la política del olvido. El primer paso hacia la sanación de la herida familiar y generacional es la exhumación y la dignificación.

Autor: RAL

Fosas comunes en Cuenca

Cuenca es la segunda provincia castellano manchega con mayor número de fosas, 50 distribuidas en 44 localidades diferentes. El caso de Cuenca es paradigmático en cuanto a la situación de los trabajos de exhumación: del total, 32 fosas no han sido intervenidas, lo que supone el 64% de las fosas: solo un 5% han sido exhumadas de manera total (9) o parcial (1). Sin embargo, es necesario tener en cuenta que un porcentaje elevado de las fosas fueron probablemente individuales, ya que se abrieron para enterrar a guerrilleros específicos asesinados por la Guardia Civil.

Del número total de fosas registrado, al menos 33 fosas son de este tipo. Este hecho se deriva de la gran actuación que tuvo la AGLA (Asociación Guerrillera de Levante y Aragón) en la región, especialmente en la zona de la serranía. La AGLA se organizó en Cuenca en dos divisiones, la 5º y 11º,  y destacó en localidades como La Pesquera. La AGLA fue una de las últimas agrupaciones guerrilleras en desarticularse en España.

Como en otras provincias, el interés por la recuperación de la memoria democrática y la exhumación de fosas varía en Cuenca según la localidad, aunque en general se puede afirmar que supone una de las provincias con menor participación de políticas locales en este proceso, a pesar del trabajo realizado por asociaciones memorísticas, entre las que destaca La Gavilla Verde. Esta asociación ha llevado a cabo un intenso trabajo de recuperación de la memoria y de exhumaciones, especialmente en el caso de la guerrilla. La mayoría de las exhumaciones de la provincia se realizaron en torno a 2005 gracias al trabajo de esta asociación y al grupo de investigación PALEOLAB dirigido Manuel Polo. La fosa común más conocida es la de la Tahona de Uclés, cuyos trabajos iniciaron en el año 2005 pero tuvieron que ser detenidos ante la falta de financiación.

Autor: RAL

Fosa común de Valdepeñas, trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

El Mapa de fosas señala que 11 personas fueron trasladadas desde la fosa de Valdepeñas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 17 de octubre de 1959, probablemente estas personas fueran afines al régimen y víctimas de la gran represión sufrida en la localidad durante la guerra civil bajo el poder de Félix Torres, alcalde de Valdepeñas.

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa común de Terrinches, trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Terrinches fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos,  el 24 de marzo de 1959.

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa común de Herencia, trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Herencia, que fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 24 de marzo de 1959, estaba ocupada por víctimas como Ambrosio Martín Rodríguez, sacerdote represaliado por la violencia revolucionaria.

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa común en Calzada de Calatrava

Puerta del cementerio de Calzada de Calatrava, en Mapas de Memoria,, https://www.mapasdememoria.com/fosas/calzada-de-calatrava/

La fosa de Calzada de Calatrava supone un ejemplo de este último tipo de fosas:  contiene los restos mortales de Francisco Olmedo Pérez, conocido como “Hinchao”, “Silencio” o “Solitario”, asesinado el 11 de marzo de 1949 por un pastor de La Mesa al intentar robar un cordero, aunque otras fuentes vinculan su asesinato con un intento de huida fallido hacia Francia, en cuyo caso habría sido abatido por la Guardia Civil. Perteneció a la 21 División de la 2ª Agrupación Guerrillera de Ciudad Real, al mando de Francisco Expósito “Gafas”, aunque actuó de forma más o menos independiente. Participó en el ahorcamiento del casero de la finca Casas Viejas, en Santiago de Calatrava (Jaén). La fosa se encuentra en el cementerio civil de la localidad y solo es accesible a través de un lateral.

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. 

Autor: RAL

Para saber más sobre la guerrilla antifranquista

Fosa en el cementerio de Puertollano

Cementerio de Puertollano, en Ayuntamiento de Puertollano, disponible en https://www.puertollano.es/el-cementerio-garantiza-los-enterramientos-en-el-2021-con-279-nuevos-nichos-y-columbarios/

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. La fosa del cementerio de Puertollano se encuentra en el cementerio municipal, ampliado a finales de la guerra con el objetivo de contener a las personas fusiladas entre  junio de 1939  y noviembre del mismo año, aunque posteriormente se arrojaron tres muertos más producto de un fusilamiento el 9 de febrero de 1940 y de una emboscada a guerrilleros el 11 de enero de 1947. La fosa se abrió para albergar los cuerpos de los primeros cuarenta y dos fusilados en la tapia del cementerio el 13 de junio de 1939. Actualmente, según el Mapa Estatal de Fosas, se estima la presencia de un total de 113 víctimas.

El gran crecimiento de la población consecuencia de la creación de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, llevó a la ampliación del cementerio de 1952 y se trasladaron los restos de la fosa, exhumación realizada sin ninguna medida científica ni de protección, aunque la presencia de familiares permitió la identificación de algunos restos.

Nada más llegar la democracia, la Alcaldía de Puertollano y agrupaciones como el PCE, UGT y CNT, buscaron crear un mausoleo en memoria de los fusilados, erigido finalmente justo donde se produjeron los fusilamientos, e inaugurado el 13 de junio de 1980, cuadragésimo primer aniversario del primer fusilamiento. Con la creación del mausoleo se llevó a cabo una segunda exhumación de los restos, pero, de nuevo, sin una metodología científica, lo que impidió en el año 2011 a la Sociedad de Ciencias Aranzadi llevar a cabo la identificación de los restos de Luis Ortiz de la Torre.

Autor: RAL

Fosa de Daimiel trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Daimiel contenía en torno a 42 personas, en su mayoría religiosos perseguidos en 1936, y fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 29 de mayo de 1960.

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa común en el cementerio de Ciudad Real

Según los datos del Mapa Estatal de Fosas, en la provincia de Ciudad Real se han localizado 62 fosas. De estas, sólo el 4% ha sido exhumado por completo. Hay diferencias significativas en el tamaño de las fosas dentro de la provincia: la fosa en Ciudad Real contiene el 35% de las víctimas totales, la de Alcázar de San Juan alberga el 12%, y la de Almodóvar del Campo ocupa el tercer lugar con el 8% de las víctimas. En total, la provincia cuenta con 3457 víctimas. La mayoría de las fosas son de pequeño tamaño, algunas de ellas contienen únicamente los restos de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas registradas en la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, anteriormente conocido como Valle de los Caídos.

Dentro de la problemática de la desactualización y la falta de intervención, la provincia de Ciudad Real se presenta como una de las más propensas a tener un avance significativo tanto en el estudio como en la exhumación y dignificación de las diversas fosas comunes, gracias al grupo de trabajo del proyecto Mapas de Memoria de la UNED, así como a la ayuda de investigadores pertenecientes al Centro Internacional de la Memoria y Derechos Humanos y al Plan Regional de Estudio sobre Memoria Democrática de Castilla-La Mancha. 

La fosa de Ciudad Real capital supone la fosa de mayor tamaño de la provincia, con 1219 víctimas procedentes de diversos puntos de la misma. La primera víctima que ocupó la fosa fue Juan Llanos Roig el 13 de abril de 1939, que procedía de un campo de concentración. En Ciudad Real se dio una gran limpieza de miembros de la política y la intelectualidad republicana e izquierdista, como el director de «El Pueblo Manchego». Si se analizan las causas de la muerte de las personas enterradas en esta fosa, 997 son víctimas de fusilamientos, 203 por las condiciones de la prisión y 7 ejecutados por garrote vil. Estas víctimas sufrieron tras la muerte tres posibles movimientos: exhumación, traslados a nichos familiares o traslados  al osario.

En los años 80 se abrió una parte de la fosa para trasladarla a una zona reservada donde se construyó un panteón. Ciudad Real supone el ejemplo de las emociones que este tipo de edificaciones generan en los familiares de los represaliados: algunos las perciben como centros de memoria, mientras que otras como lugares asépticos y lejanos para ellos. A pesar de darse este espacio de la memoria, en el cementerio sigue ocupando un lugar privilegiado la Cruz a los Caídos después de su traslado.

Autor: RAL