La información aportada por el Mapa de Fosas del Ministerio de Castilla-La Mancha y las investigaciones realizadas por el equipo de la Mapas de Memoria de la UNED localizan en la actualidad 180 fosas comunes para Castilla-La Mancha, contando tanto las generadas durante la Guerra Civil, por motivos de guerra y por violencia de la retaguardia (la mayoría trasladadas al Valle de los Caídos), como las generadas en la posguerra, resultado de la represión ejercida por el régimen franquista y que constituyen la mayoría. Estas 180 fosas se sitúan en 145 localidades, distribuidas de forma irregular según la provincia. Así, en Albacete se cuentan 22 fosas en 12 localidades; en Ciudad Real, 57 fosas en 50 localidades; en Cuenca 50 fosas en 44 localidades; en Guadalajara 13 fosas en 8 localidades; y, por último, 48 fosas en 31 localidades en Toledo.
Sin embargo, estos datos no son definitivos, pues en líneas generales se puede afirmar que existe un vacío historiográfico sobre las fosas de la Comunidad. Salvo el caso del proyecto de la UNED en Ciudad Real, no se ha dado en ninguna de las provincias un estudio sistematizado de localización de fosas. A pesar de esto, en cuanto al estado de conservación de las fosas localizadas, se aprecia la primacía de fosas que no han sido intervenidas y las que han sido trasladas al Valle de los Caídos: 69 de las 180 son de estos dos tipos (lo que representa casi un 40% del total). La falta de una política real que busque la exhumación científica y la dignificación de los represaliados deja a familiares pendientes de la actitud de los Ayuntamientos, que en muchos casos han decidido seguir la política del olvido. El primer paso hacia la sanación de la herida familiar y generacional es la exhumación y la dignificación.
Autor: RAL