Fosa común de Alhambra trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. 

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar este monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Este es el caso de la fosa de Alhambra, con los cuerpos de Policarpo Rodríguez Haro y José Rodríguez Rodríguez, ambos exhumados el 24 de marzo de 1959.

Autor: RAL

Fosa común en el cementerio de Agudo

Trabajo en la exhumación de la fosa, en https://www.mapasdememoria.com/fosas/agudo/

 Dentro de la problemática de la desactualización y la falta de intervención, la provincia de Ciudad Real se presenta como una de las más propensas a tener un avance significativo tanto en el estudio como en la exhumación y dignificación de las diversas fosas comunes, gracias al grupo de trabajo del proyecto de Mapas de Memoria de la UNED, así como a la ayuda de investigadores pertenecientes al Centro Internacional de la Memoria y Derechos Humanos y al Plan Regional de Estudio sobre Memoria Democrática de Castilla-La Mancha. Gracias a este trabajo se ha documentado la existencia de fosas como la del cementerio de Agudo. 

Esta fosa común alberga a 13 personas fusiladas entre el 10 de agosto de 1939 y el 12 de febrero de 1943, procedentes tanto de la localidad de Agudo como de otras cercanas. Se situaba en el cementerio civil, pero con la construcción de la sala de autopsias algunos restos fueron revueltos y llevado al osario. En los años 80 se construyó un monolito en el cementerio. El 14 de septiembre, a petición de los familiares de Anisio Castillo López, se iniciaron trabajos de prospección y localización, pero no se pudieron encontrar los restos. 

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. 

Autor: RAL

Fosa de Alcázar de San Juan trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Alcázar de San Juan fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, entre el 24 de marzo de 1959 y el 22 de abril de 1968 y contiene alrededor de 93 víctimas.

Según los datos del Mapa Estatal de Fosas, en la provincia de Ciudad Real se han localizado 62 fosas. De estas, sólo el 4% ha sido exhumado por completo. Hay diferencias significativas en el tamaño de las fosas dentro de la provincia: la fosa en Ciudad Real contiene el 35% de las víctimas totales, la de Alcázar de San Juan alberga el 12%, y la de Almodóvar del Campo ocupa el tercer lugar con el 8% de las víctimas. En total, la provincia cuenta con 3457 víctimas. La mayoría de las fosas son de pequeño tamaño, algunas de ellas contienen únicamente los restos de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas registradas en la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares. 

Autor: RAL

Fosas comunes en la provincia de Albacete

El Mapa de fosas del Ministerio de Presidencia sitúa en Castilla-La Mancha 145, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 9 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. La provincia de Albacete ha generado un renovado interés  en los trabajos de Memoria Democrática a través del desarrollo del Mapa de la Memoria Democrática de Albacete desarrollado por el equipo de la Universidad de Castilla-La Mancha del Seminario de Estudios de Franquismo y Transición, y el proyecto Víctimas de la Dictadura en Castilla-La Mancha.

Aunque Albacete fue por tanto una provincia pionera en el desarrollo de trabajos y políticas de Memoria Democrática, la falta de financiación ha complicado el desarrollo de investigaciones en profundo y, como en el caso de otras provincias, destaca la falta de estudios sistematizados de localización y exhumación de las fosas. Perviven aún en Albacete símbolos y reminiscencias del franquismo que no han sido desmantelados en la democracia, destacando el caso de La Roda, que no inició el proceso de eliminación de símbolos del franquismo hasta el año 2020, o el de Villarrobledo, donde los monumentos en memoria de los represaliados por la dictadura son atacados habitualmente. En Albacete, las fosas no intervenidas o trasladas al Valle de los Caídos suponen casi un 65% del total, hecho que muestra el abandono y las complicaciones que han tenido los trabajos de exhumación y localización en la provincia. En localidades como El Bonillo la depuración de simbología franquista solo ha pasado por el cambio de nomenclatura de las Cruces a los Caídos. 

Autor: RAL

Fosa de Tobarra trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Tobarra fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 21 de marzo de 1959, en su interior se encontraban dos restos desconocidos y el cuerpo de Juan Martínez Muñoz.

El Mapa Estatal de Fosas sitúa en Castilla-La Mancha 194 fosas, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 7 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. De todas las fosas de Albacete, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros. El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Albacete, Santiago Guillén Moreno, pidió a los Ayuntamientos de la provincia que informasen de la posibilidad de hacer  traslados de “Caídos por España” al Valle, pero se encontró con la negativa de numerosas familias y consistorios. Sólo se consiguió el  traslado de 65 cadáveres, la mayoría de personas desconocidas y, por tanto, sin el consentimiento expreso de las familias.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa de La Roda trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de La Roda contenía los restos de Valentín Huerta López, probablemente afín al régimen, y fue trasladado al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 21 de marzo de 1959.

El Mapa Estatal de Fosas sitúa en Castilla-La Mancha 194 fosas, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 7 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. De todas las fosas de Albacete, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros. El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Albacete, Santiago Guillén Moreno, pidió a los Ayuntamientos de la provincia que informasen de la posibilidad de hacer  traslados de “Caídos por España” al Valle, pero se encontró con la negativa de numerosas familias y consistorios. Sólo se consiguió el  traslado de 65 cadáveres, la mayoría de personas desconocidas y, por tanto, sin el consentimiento expreso de las familias.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa de Letur trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Letur tenía en su interior los restos de Juan Fernández Fernández, trasladado al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 21 de marzo de 1959, probablemente afín al régimen.

El Mapa Estatal de Fosas sitúa en Castilla-La Mancha 194 fosas, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 7 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. De todas las fosas de Albacete, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros. El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Albacete, Santiago Guillén Moreno, pidió a los Ayuntamientos de la provincia que informasen de la posibilidad de hacer  traslados de “Caídos por España” al Valle, pero se encontró con la negativa de numerosas familias y consistorios. Sólo se consiguió el  traslado de 65 cadáveres, la mayoría de personas desconocidas y, por tanto, sin el consentimiento expreso de las familias.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa de Chinchilla trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Chinchilla de Monte-Aragón cuenta con 8 víctimas, probablemente afines al régimen, trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 21 de marzo de 1959.

El Mapa Estatal de Fosas sitúa en Castilla-La Mancha 194 fosas, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 7 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. De todas las fosas de Albacete, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros. El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Albacete, Santiago Guillén Moreno, pidió a los Ayuntamientos de la provincia que informasen de la posibilidad de hacer  traslados de “Caídos por España” al Valle, pero se encontró con la negativa de numerosas familias y consistorios. Sólo se consiguió el  traslado de 65 cadáveres, la mayoría de personas desconocidas y, por tanto, sin el consentimiento expreso de las familias.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque Fdebería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los caídos por Dios y por la Patria, como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL

Fosa de Bonete trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Bonete fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 15 de diciembre de 1961, donde se encontraban los cuerpos de Jacinto Matarín Matarín y Tomás Ribera Mena, probablemente afines al régimen.

El Mapa Estatal de Fosas sitúa en Castilla-La Mancha 194 fosas, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 7 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. De todas las fosas de Albacete, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros. El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Albacete, Santiago Guillén Moreno, pidió a los Ayuntamientos de la provincia que informasen de la posibilidad de hacer  traslados de “Caídos por España” al Valle, pero se encontró con la negativa de numerosas familias y consistorios. Sólo se consiguió el  traslado de 65 cadáveres, la mayoría de personas desconocidas y, por tanto, sin el consentimiento expreso de las familias.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los caídos por Dios y por la Patria, como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor. RAL

Fosa de Almansa trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

La fosa de Almansa en el Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, fue trasladada el 21 de marzo de 1959; en su interior se encontraba el cuerpo de Leopoldo Hinfoz Rodríguez, probablemente afín al régimen.

El Mapa Estatal de Fosas sitúa en Castilla-La Mancha 194 fosas, de las cuales 22 proceden de la provincia de Albacete. Dentro de la provincia, 7 fosas no han sido intervenidas y 3 están desaparecidas. De todas las fosas de Albacete, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros. El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Albacete, Santiago Guillén Moreno, pidió a los Ayuntamientos de la provincia que informasen de la posibilidad de hacer  traslados de “Caídos por España” al Valle, pero se encontró con la negativa de numerosas familias y consistorios. Sólo se consiguió el  traslado de 65 cadáveres, la mayoría de personas desconocidas y, por tanto, sin el consentimiento expreso de las familias.

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los caídos por Dios y por la Patria, como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Autor: RAL