El Mapa de fosas señala que 11 personas fueron trasladadas desde la fosa de Valdepeñas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, el 17 de octubre de 1959, probablemente estas personas fueran afines al régimen y víctimas de la gran represión sufrida en la localidad durante la guerra civil bajo el poder de Félix Torres, alcalde de Valdepeñas.
En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.
El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.
Autor: RAL