Fosa común en Fuertescusa

Área donde se encontraba la fosa. Fotografía de Sandra Beldad Colado.

En 2006, el Grupo Paleolab excavó la fosa de Fuertescusa, situada en el cementerio de dicha localidad. La fosa perteneció a Eusebio García “Domingo”, guerrillero de la Asociación guerrillera del Levante y Aragón, asesinado en una emboscada de la guardia civil el 10 de diciembre de 1949, en un campamento cerca del Mojón de los Tres Reinos. Eusebio formó parte del ejército republicano y fue presidiario desde 1939 a 1944. Ingresó en la guerrilla el 25 de mayo de 1947 por el aumento de denuncias en la zona porque todos conocían que en su casa se escuchaba la Pirenaica

La exhumación es un ejemplo claro de una de estas acciones realizada a petición de los familiares, en este caso a solicitud de Rufino García Martínez, el menor de ellos y único superviviente. La Gavilla Verde se reunió con los familiares y con apoyo del Ayuntamiento se embarcó en el proceso de exhumación. El 29 de noviembre de 2006 se realizó la extracción de los restos de Eusebio García y el 16 de junio de 2007 se realizó el homenaje y entierro de este en Salinas del Manzano (Cuenca). Su hermano Rufino murió ese año sin ver a su hermano enterrado con dignidad y no pudo terminar de cerrar aquella herida.

El mapa de fosas del Ministerio muestra que en Cuenca hay 50 fosas comunes, de las cuales solo 9 están exhumadas al completo. Una de las más conocidas, la de la Tahona de Uclés, ha sido exhumada solo de forma parcial en una excavación llevada a cabo entre 2005 y 2007 que atrajo  una importante atención por el elevado número de restos que contenía. La gran actividad guerrillera en la zona por parte de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón hacen que sea la región donde el número de fosas guerrilleras sea mayor: de las 50 fosas, 33 de ellas lo son. Por otro lado, 6 fosas de la provincia fueron trasladas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.

Autor: RAL

Para saber más sobre la guerrilla antifranquista

Fosa común en Arcos de la Sierra

Entorno natural de Arcos de la Sierra, en https://www.arcosdelasierra.com/

La fosa del cementerio de Arcos de la Sierra fue la primera fosa excavada de forma científica en la provincia de Cuenca. Se llevó a cabo la exhumación en el conocido popularmente como “cementerio de los maquis”, donde se encontraron los restos de dos guerrilleros del AGLA asesinados por la guardia civil en 1950: Julián Antón López “Valencia” de Cañizares y de Francisco Navarro Cruz “Manolo”. La exhumación se llevó a cabo después de que el nieto de “Valencia” se pusiese en contacto con la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca, que comenzó las exhumaciones el 25 de marzo. El domingo 26 se encontraron los restos gracias a los trabajos del equipo dirigido por el arqueólogo forense Ángel Fuentes. Con el estudio de los restos se pudo confirmar la identidad de las víctimas, a las que se dio entierro digno: Francisco en el cementerio de Arcos de la Sierra y Julián en Cañizares.

El mapa de fosas del Ministerio muestra que en Cuenca hay 50 fosas comunes, de las cuales solo 9 están exhumadas al completo. Una de las más conocidas, la de la Tahona de Uclés, ha sido exhumada solo de forma parcial en una excavación llevada a cabo entre 2005 y 2007 que atrajo  una importante atención por el elevado número de restos que contenía. La gran actividad guerrillera en la zona por parte de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón hacen que sea la región donde el número de fosas guerrilleras sea mayor: de las 50 fosas, 33 de ellas lo son. Por otro lado, 6 fosas de la provincia fueron trasladas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.

Autor: RAL

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Fosa común en Calzada de Calatrava

Puerta del cementerio de Calzada de Calatrava, en Mapas de Memoria,, https://www.mapasdememoria.com/fosas/calzada-de-calatrava/

La fosa de Calzada de Calatrava supone un ejemplo de este último tipo de fosas:  contiene los restos mortales de Francisco Olmedo Pérez, conocido como “Hinchao”, “Silencio” o “Solitario”, asesinado el 11 de marzo de 1949 por un pastor de La Mesa al intentar robar un cordero, aunque otras fuentes vinculan su asesinato con un intento de huida fallido hacia Francia, en cuyo caso habría sido abatido por la Guardia Civil. Perteneció a la 21 División de la 2ª Agrupación Guerrillera de Ciudad Real, al mando de Francisco Expósito “Gafas”, aunque actuó de forma más o menos independiente. Participó en el ahorcamiento del casero de la finca Casas Viejas, en Santiago de Calatrava (Jaén). La fosa se encuentra en el cementerio civil de la localidad y solo es accesible a través de un lateral.

En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. 

Autor: RAL

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Organización de la guerrilla en la Posición España

Sierra de Altamira, Mohedas de la Jara (Toledo). Fuente: https://www.verpueblos.com/castilla+la+mancha/toledo/mohedas+de+la+jara/foto/61658/

Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Toledo, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia. Sus principales actuaciones se centraron en el robo en casas de campo para proveerse de alimentos, dinero y armas y, en ocasiones, secuestraron a personas adineradas para cobrar el rescate y comprar determinados productos a sus enlaces. 

Aunque fueron numerosas las partidas que surgieron en este tiempo, pocas fueron relevantes. En la llamada Posición España, que eran como denominaban a las cuevas de la Sierra de Mohedas de la Jara, se organizó la Agrupación Guerrillera de Extremadura, que también actuó en la provincia de Toledo, en noviembre de 1944. El mando militar fue atribuido a Jesús Bayón González “Carlos” y Dionisio Tellado Vázquez “Mario de Rosa” fue elegido jefe de Estado Mayor, mientras que “Quincoces” se encargó de dirigir a la partida de guerrilleros.

Autora: LPG

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Asesinato de “El Comandante”, “El Manco de Agudo” y “Parrala” en la sierra de El Carrizal

De izquierda a derecha: Reyes Saucedo “Parrala”, Honorio Molina Merino “El Comandante”, José Méndez Jaramago “El Manco de Agudo”. Fuente: http://higueradevargas.blogspot.com/2011/01/el-maqui-el-manco-de-agudo-enterrado-en.html

La fuerte represión que tuvo lugar al término de la Guerra Civil supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Ciudad Real, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que, desde 1944, se organizaron en Agrupaciones Guerrilleras para luchar contra el régimen franquista. 1947 es el año que marca el declive del movimiento guerrillero en la provincia de Ciudad Real. A partir de entonces, el objetivo de los huidos es alcanzar la frontera francesa. 

En esta última etapa en la sierra, “El Comandante”, “El Manco de Agudo” y “Parrala” actúan juntos. La Guardia Civil encontró un enlace en cuyo chozo, situado en la sierra del Carrizal, término de Retuerta del Bullaque, se refugiaban estos tres guerrilleros y desde el 26 de febrero de 1949 prepararon un apostadero frente al chozo esperando su aparición. 

A la una y media del 12 de marzo, los tres guardias civiles vieron llegar a “El Comandante” y sus compañeros. Cuando los tres estuvieron en el interior del chozo, el carbonero, con la excusa del frío y la necesidad de avivar el fuego, salió a coger leña. Entonces los tres guardias civiles acribillaron a tiros a los guerrilleros. Sin embargo, otra versión es que los guerrilleros fueron envenenados por unos enlaces en la finca La Piedrahelada, cerca de Los Cortijos. Luego se haría el simulacro de tiroteo en la sierra del Carrizal para evitar posibles represalias contra quienes los envenenaron y para condecorar a los guardias civiles. 

Con la muerte de estos tres guerrilleros, la guerrilla en los Montes de Toledo fue desarticulada, quedando únicamente las partidas de Eugenio Herrera García “Cuquillo” y Francisco Blancas Pino “El Veneno”. 

Autora: LPG

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Formación de la Agrupación Guerrillera de Los Montes de Toledo, Ciudad Real y Badajoz (1944)

Puerto de San Vicente desde la cueva de la Fuente Santa. Fuente: http://lamejortierradecastilla.com/camino-de-los-bandoleros-12-desde-mohedas-a-puerto/

Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Toledo, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia. 

Es a partir de finales de 1944 cuando, motivado por los éxitos de los ejércitos aliados en la Segunda Guerra Mundial, el PCE decide construir el Ejército Nacional Guerrillero para articular las distintas partidas de guerrilleros y luchar abiertamente contra el régimen. De ello se encargarían José Isasa Olaizola “Fermín” y Jesús Bayón González “Carlos”. El 14 de noviembre de 1944 surge la Agrupación Guerrillera de Los Montes de Toledo, Ciudad Real y Badajoz en una reunión en la sierra del Puerto de San Vicente, entre las provincias de Toledo y Cáceres, en la que José Manzanero Marín fue elegido jefe de la agrupación y “El Comandante” fue nombrado jefe de Estado Mayor. Estos guerrilleros tuvieron como principal radio de acción las sierras próximas a Los Yébenes, Las Ventas con Peña Aguilera, San Pablo de los Montes y Navas de Estena.

Esta Agrupación tuvo poco recorrido, pues pronto quedó relegada al olvido en el nuevo organigrama guerrillero que estableció el PCE a principios de 1945. La Agrupación Guerrillera de Extremadura pasó a denominarse 1ª Agrupación del Ejército Guerrillero de Extremadura-Centro, incluido en el Ejército Nacional Guerrillero. 

Autora: LPG

Los primeros huidos en los Montes de Toledo

Contrapartida de la Guardia Civil en los Montes de Toledo. Fuente: AGUADO SÁNCHEZ, Francisco, El maquis en España: su historia, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1975.

Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de los Montes de Toledo, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia. Sus principales actuaciones se centraron en el robo en casas de campo para proveerse de alimentos, dinero y armas y, en ocasiones, secuestraron a personas adineradas para cobrar el rescate y comprar determinados productos a sus enlaces. 

Entre estos primeros soldados republicanos que se refugiaron en los Montes de Toledo se encuentran Maximiliano Mateo Fernández, Anastasio Rubio Aguado, Jesús Serrano Gómez, etc. Pronto fueron detenidos o muertos, traicionados por sus estrechos colaboradores o en las batidas que la Guardia Civil realizaba por la sierra. En los montes cercanos a Los Yébenes (Toledo) lograron sobrevivir los cuatro hombres de Menasalbas: Domingo Mariblanca García-Díaz “Mariblanca”, Benigno Escobar Gutiérrez “Trascanta”, Modesto Sánchez Ramírez “El Aceitero” y Saturnino Gómez Muñoz “Margallo”, en busca y captura por “asesinatos en el tiempo rojo”. 

Estos huidos del primer periodo comenzarán a reorganizarse y, desde finales de 1944, nace la lucha guerrilla como tal, en el momento en que el PCE comienza a organizar a las partidas de guerrilleros como un ejército para luchar abiertamente contra el régimen. Cada agrupación estaba compuesta por varias divisiones, que a su vez estaban integradas por distintas partidas de guerrillas que se movían por las zonas montañosas tratando de sobrevivir y realizando acciones contra el régimen franquista. 

Autora: LPG

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La partida de «El Comandante Honorio» en la provincia de Ciudad Real

Honorio Molina, apodado “Comandante Honorio”, era natural de Villarta de los Montes (Badajoz) y tenía 31 años cuando murió. Fuente: https://elpais.com/elpais/2010/03/16/actualidad/1268731027_850215.html Consultado en 21/10/2021.

Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Toledo y Ciudad Real, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia. Sus principales actuaciones se centraron en el robo en casas de campo para proveerse de alimentos, dinero y armas y, en ocasiones, secuestraron a personas adineradas para cobrar el rescate y comprar determinados productos a sus enlaces. Aunque fueron numerosas las partidas que surgieron en este tiempo, pocas fueron relevantes. 

En este sentido, destaca la partida liderada por “El Comandante”, Honorio Molina, creada en tierras toledanas hacia 1940, pero que, huyendo de la Guardia Civil, tuvo su foco de actuación en los términos de Navalpino, Fontanarejo, Arroba, Chillón, Almadenejos, Guadalmez, Alamillo y Almadén, con extensión a Menasalbas y Ventas con Peña Aguilera. 

Entre sus golpes más sonados se encuentra el asalto a la casa de campo La Higuera y el asesinato de su propietario José Moreno Litón, alcalde y farmacéutico de Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo) el 22 de abril de 1942. “El Comandante”, acompañado de guerrilleros como “Gabino”, “El Donato” y “El Chavito” penetraron en la casa, apresaron a José Moreno, le desnudaron, le ataron a una silla y le degollaron con un cuchillo, arrojando su cabeza a la carretera que comunicaba Toledo con Ciudad Real. El fuerte impacto que este asesinato tuvo en la comarca fue contrarrestado rápidamente por la Guardia Civil, que aumentó la represión en la zona. 

Autora: LPG

Fusilamiento de «El Rubio de Navahermosa» y «El Chato de la Puebla»

“El Rubio de Navahermosa” y su familia. Fuente: DÍAZ DÍAZ, Benito (coord.), La guerrilla en Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Almud, ediciones de Castilla-La Mancha, Biblioteca Añil, 2004.

Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Toledo, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia. Sus principales actuaciones se centraron en el robo en casas de campo para proveerse de alimentos, dinero y armas y, en ocasiones, secuestraron a personas adineradas para cobrar el rescate y comprar determinados productos a sus enlaces.

La represión puesta en marcha por la Guardia Civil para eliminar a los de la sierra dio sus frutos el 2 de abril de 1941, cuando el cabo José Ruano Pascual detuvo a “El Chato de la Puebla” en una labranza. El Chato, de 25 años, fue fusilado el 7 de abril frente a las tapias del cementerio de Navahermosa. Tres días después, “El Rubio de Navahermosa” se vio envuelto en una emboscada, recibió un tiro en la pierna y, acto seguido, se quitó la vida con una pistola que llevaba en el bolsillo, ante el temor de las torturas a las que se vería sometido si lo llevaban a la cárcel.

Ambos cadáveres fueron expuestos en la plaza del pueblo, una práctica bastante frecuente usada como castigo ejemplar para avisar de las posibles represalias a los desafectos al régimen. El resto de los miembros de la partida deambularon sin rumbo fijo por la comarca hasta desintegrar la formación.

Autora: LPG