Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Toledo, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia.
Es a partir de finales de 1944 cuando, motivado por los éxitos de los ejércitos aliados en la Segunda Guerra Mundial, el PCE decide construir el Ejército Nacional Guerrillero para articular las distintas partidas de guerrilleros y luchar abiertamente contra el régimen. De ello se encargarían José Isasa Olaizola “Fermín” y Jesús Bayón González “Carlos”. El 14 de noviembre de 1944 surge la Agrupación Guerrillera de Los Montes de Toledo, Ciudad Real y Badajoz en una reunión en la sierra del Puerto de San Vicente, entre las provincias de Toledo y Cáceres, en la que José Manzanero Marín fue elegido jefe de la agrupación y “El Comandante” fue nombrado jefe de Estado Mayor. Estos guerrilleros tuvieron como principal radio de acción las sierras próximas a Los Yébenes, Las Ventas con Peña Aguilera, San Pablo de los Montes y Navas de Estena.
Esta Agrupación tuvo poco recorrido, pues pronto quedó relegada al olvido en el nuevo organigrama guerrillero que estableció el PCE a principios de 1945. La Agrupación Guerrillera de Extremadura pasó a denominarse 1ª Agrupación del Ejército Guerrillero de Extremadura-Centro, incluido en el Ejército Nacional Guerrillero.
Autora: LPG