Fosa común del castillo de Sigüenza

Castillo de Sigüenza. Fotografía de Sandra Beldad Colado

La fosa a los pies del castillo de Sigüenza se abre al término de la gran batalla que se dio en ella, en 1936, para albergar a un desconocido número de victimas correspondiente a los fusilados republicanos. El caso de Sigüenza es paradigmático: una localidad que tuvo un peso clave en el desarrollo de la guerra que ha optado borrar y olvidar esta faceta con un fin meramente turístico. En la actualidad, el castillo de Sigüenza funciona como un parador, pero no hay menciones a su pasado ni a la fosa común asociada al mismo. No se conoce el número de personas enterradas tras la batalla en este lugar. 

El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

Autor: RAL

Fosa común en la Paridera del Tío Castro

Paridera del Tío Casto. Fotografía de Sandra Beldad Colado

El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

En 2012 y 2013 se llevaron a cabo en la localidad de Abánades excavaciones en tres lugares vinculados con la conocida como “batalla olvidada”: la Paridera del Tío Castro, la Enebrá Socarrá y el Barranco de Valdecaleras. En el primer lugar citado, la Paridera del Tío Castro, se tenía conocimiento por el testimonio oral de un espacio donde se encontraban unas fosas perfectamente ubicadas. En la zona este se encontró una fosa con los restos de un adulto joven, con heridas de balas y traumatismos que fueron la causa de muerte. Los estudios no han podido confirmar la edad, pero se calcula que tendría en torno a la veintena y mediría en torno a 172,6 cm. Los huesos se han conservado bien debido a las condiciones del suelo, y muestran que el enterramiento fue intencionado y realizado con ciertos honores porque imitaba el enterramiento de un cementerio de la zona: el cadáver se encontraba en posición decúbito supino con las extremidades superiores flexionadas sobre el abdomen.

Autor: RAL

Fosa común de Orea, trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

El Mapa Estatal de Fosas muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

A la falta de investigaciones en las fosas, se le añade que buena parte de las localizadas han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros -antes denominado Valle de los Caídos- entre 1959 y 1962, con la excepción de la fosa Luzón, trasladada en 1975. El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de los Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Este es el caso de la fosa de Orea, en cuyo interior se encontraban los restos de dos personas afines a los sublevados asesinadas en la retaguardia republicana. La fosa fue trasladada el 26 de mayo de 1959.

Fosa común de Mazarete

Mazarete. Foto de Diego Delso, recuperada de Wikimedia.org https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/ac/Mazarete%2C_Guadalajara%2C_Espa%C3%B1a%2C_2016-01-05%2C_DD_31.JPG/1280px-Mazarete%2C_Guadalajara%2C_Espa%C3%B1a%2C_2016-01-05%2C_DD_31.JPG

El caso de la fosa de Mazarete es paradigmático en tanto que se trata de una de las múltiples fosas del territorio español situada en una cuneta, sin señalizar, documentada poco más allá del recuerdo local y familiares, y sin trabajar por ninguna autoridad. Se trata de una fosa de fusilados o de asesinados por miembros del Requeté, y se desconoce el número de víctimas, aunque se aproxima a tres, según el Mapa de Fosas del Ministerio, pero no se conocen más detalles acerca de la misma. Por otro lado, con la activación de las obras en 2019 de la carretera N-211 la fosa podría encontrarse en peligro: Unidas Podemos-En Comú Podem pidió en 2019 al Congreso que estableciera un protocolo de actuación en estos casos para evitar la desaparición de este tipo de fosas.

El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

Autor: RAL

Fosa de Luzón en el Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

El Mapa Estatal de Fosas muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

A la falta de investigaciones en las fosas, se le añade que buena parte de las localizadas fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Este constituye es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Este es el caso de la fosa de Luzón, que guarda la peculiaridad de haber sido trasladada el 07 de febrero de 1975, ya que el resto de las fosas de Guadalajara trasladadas al Valle de Cuelgamuros lo fueron entre 1959 y 1962.

Autor: RAL

Fosa común de Guadalajara trasladada al Valle de Cuelgamuros

Valle de los caídos. Wikimedia

El Mapa Estatal de Fosas muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

A la falta de investigaciones en las fosas, se le añade que buena parte de las localizadas han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros -antes denominado Valle de los Caídos- entre 1959 y 1962, con la excepción de la fosa de  Luzón, trasladada en 1975.  El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.

Este es el caso de la fosa de Guadalajara, compuesta de 7 víctimas, probablemente afines al régimen, que fue trasladada entre 1959 y 1962.

Autor: RAL

Fosa común de Cincovillas

Vista general de los restos obtenidos. https://revistas.ucm.es/index.php/CMPL/article/view/CMPL0808220131A/29187

La fosa de Cincovillas se encontró en un paraje de pastizales baldío que había sido utilizado para autoabastecimiento agrícola, en un terreno fácilmente inundable. Su localización era conocida porque fue el acalde del pueblo el que mandó a unos mozos enterrar los cadáveres en la zona. Los trabajos de excavación se llevaron a cabo en octubre de 2006 por voluntarios y colaboradores de Foro por la Memoria, con un equipo de técnicos coordinado por Jorge Conde. En la fosa se encontraron restos de tres individuos, pero debido a las condiciones del terreno no ha sido posible realizarles pruebas de ADN, así que la mayoría de los restos han sido restos óseos sin identificar y algunos restos vinculados a la ropa o el calzado.

Los restos que sí pudieron ser identificados pertenecieron a Higinio García, Felisa Moreno (embarazada de siete meses) y a Gregorio Moreno, todos miembros de la misma unidad familiar y vecinos de Condejas del Padrastro, asesinados por la Guardia Civil en Cincovillas en marzo de 1937, cuando los llevaban al juzgado de Atienza. Los efectos del suelo llevaron a que solo quedase de ellos restos óseos de extremidades inferiores y algunos dientes, entre otros sin identificar.

El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.

Autor: RAL

Fosa común en el cementerio civil de Guadalajara

Homenaje vandalizado a las víctimas del franquismo en Guadalajara. Fotografía de Sandra Beldad Colado.

Guadalajara es la provincia menos estudiada en lo que respecta a las fosas, a pesar de los trabajos en materia de represión y las excavaciones realizadas por asociaciones como la del Foro por la Memoria y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). La fosa del cementerio civil es una excepción a esta norma, aunque su interés mediático no llegó hasta mucho después, hasta el año 2017. Ascensión Mendieta guarda el doloroso honor de ser la primera persona en conseguir la exhumación de los restos de un familiar represaliado por el franquismo gracias a la conocida como “querella argentina”. Su casó llegó a la población general a través del documental El silencio de otros (2018), dirigido por Almudena Carracedo y Roberto Bahar.

La exhumación promovida por Ascensión Mendieta en la fosa 2 y la fosa 1 tras confirmarse que en la primera no se encontraban los restos de su padre permitió sacar a la luz los cadáveres de 54 personas en los dos primeros años de trabajos arqueológicos. En octubre de 2020 se exhumaron 21 personas más. En octubre de 2021 se llevaron a cabo unas nuevas exhumaciones, que pudo presenciar  Julián López del Campo, de 94 años, hermano de una de las víctimas allí enterradas y que después de más de 80 años ha podido cerrar la herida que el franquismo dejó en su familia. Ascensión Mendieta también pudo recuperar los restos de su padre.

El trabajo en fosas como la de Guadalajara sigue viva, pese a las dificultades y complicaciones que presentan instituciones como el ayuntamiento de la localidad. Abrir fosas no abre heridas, sino que las cierra y permite terminar un trauma generacional que afecta a las familias de los represaliados.

Autor: RAL

Fosas comunes en Guadalajara

El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 11 fosas comunes, aunque la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa. Desde 2005 solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta última exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza, lo que genera un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia. Con los datos que se tienen actualmente, se puede afirmar que 5 fosas han sido exhumadas al completo, 1 de forma parcial, 3 aún no han sido exhumadas y 4 han sido trasladas al Valle de los Caídos.

A pesar de los trabajos realizados principalmente por el Foro por la Memoria de Guadalajara, la provincia se enfrenta aún a la falta de estudios y análisis sistemático de las fosas. En cuanto a la represión destaca la obra de 2011 editada por la organización La represión franquista en Guadalajara, que lleva a cabo un estudio pormenorizado de las formas de represión que se dieron en la provincia, pero apenas menciona  la situación de las fosas. El Foro por la Memoria ha emitido diversos comunicados en protesta por la situación del abandono que sufre la provincia en este ámbito. Frente a ello destacan hechos como la exhumación de la fosa del cementerio civil de Guadalajara, fruto del desarrollo de la Querella argentina, que ha tenido una importante repercusión mediática en torno al caso de Timoteo Mendieta y la publicación del documental El silencio de otros. Sin embargo, más allá de esta excepción, la situación de las fosas en la provincia de Guadalajara aún no ha sido suficientemente estudiada

Autor: RAL

Fosa común en Villarejo de la Peñuela

Fotografía de la fosa, fuente: POLO-CERDÁ, Manuel, Arqueología forense en territorio A.G.L.A., Valencia, Asociación La Gavilla Verde & Grupo Paleolab, 2008

En mayo de 2007 el Grupo Paleolab y la Asociación La Gavilla Verde llevaron a cabo la excavación de la fosa de Villarejo de la Peñuela, un ejemplo de fosa guerrillera que contenía 4 víctimas, una de ellas desconocida. La exhumación estuvo enmarcada dentro del Proyecto de investigación de desaparecidos y represaliados durante la época de los maquis. Los hombres allí inhumados eran miembros del grupo de guerrilleros de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), todos ellos asesinados tras un tiroteo con la guardia civil en el Cerro de la Cabeza. La fosa se encuentra en el muro oeste, a 9 metros de la puerta de entrada. Las excavaciones antropológicas llevadas a cabo son un ejemplo de trabajo ético y científico con relación a una fosa común. De ellas se pudieron obtener los restos de 4 individuos, solo uno de ellos sin identificar (tampoco fue identificado en el informe de la Guardia Civil del tiroteo), así como objetos personales como un mechero y una cuchara. También permitió vislumbrar las causas de muerte y el ensañamiento con los guerrilleros y sus cadáveres (se encontraron piedras de gran tamaño que se usaron probablemente para aplastar los cráneos en momentos posteriores a sus muertes).

El Mapa de Fosas del Ministerio muestra que en Cuenca hay 50 fosas comunes, de las cuales solo 9 están exhumadas al completo. Una de las más conocidas, la de la Tahona de Uclés, ha sido exhumada solo de forma parcial en una excavación llevada a cabo entre 2005 y 2007 que atrajo  una importante atención por el elevado número de restos que contenía. La gran actividad guerrillera en la zona por parte de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón hacen que sea la región donde el número de fosas guerrilleras sea mayor: de las 50 fosas, 33 de ellas lo son. Por otro lado, 6 fosas de la provincia fueron trasladas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.

Autor: RAL

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