La fosa a los pies del castillo de Sigüenza se abre al término de la gran batalla que se dio en ella, en 1936, para albergar a un desconocido número de victimas correspondiente a los fusilados republicanos. El caso de Sigüenza es paradigmático: una localidad que tuvo un peso clave en el desarrollo de la guerra que ha optado borrar y olvidar esta faceta con un fin meramente turístico. En la actualidad, el castillo de Sigüenza funciona como un parador, pero no hay menciones a su pasado ni a la fosa común asociada al mismo. No se conoce el número de personas enterradas tras la batalla en este lugar.
El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 12 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en el mapa: Desde 2006, solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abánades, La Toba, y Guadalajara capital, esta exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. La falta de estudios y el olvido intencionado generan un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.
Autor: RAL