Fosa común en el paraje Los Tintos

Lápida-monumento en Recas que marca la zona donde se encontraba la fosa. Fuente: Fotografía de Ismael Herrero, https://www.cmmedia.es/noticias/castilla-la-mancha/localizados-restos-de-tres-fusilados-en-la-guerra-civil-en-una-fosa-comun-en-recas-toledo/.

La última exhumación realizada en Toledo corresponde con la de Recas, iniciadas el 15 de noviembre de 2021. En ella se han buscado los restos de catorce vecinos asesinados por tropas de sublevados en octubre de 1936. En una fosa se han exhumado 7 personas, pero existe al menos otra fosa a pocos metros que se cuenta que contaría con el resto de los asesinados. La fosa fue localizada de forma rápida debido a que sobre ella se encontraba una lápida-monumento situada por los familiares en los años 70. El deseo de las familias es poder enterrar a sus seres queridos lo antes posible.

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosas en la Peña Negra (Pepino)

Homenaje en la escultura El mirador de la memoria, realizado por el nieto de Leonardo Cedenilla, Francisco Cedenilla. Se aprecian las marcas de bala después de haber sido vandalizados. Fuente: https://plasenciaencomun.wordpress.com/2016/04/12/los-hombres-que-miraban-fijamente-el-valle-del-jerte-doblemente-fusilados-j-rguez-godoy/.

En la ladera norte de la conocida como Peña Negra se han localizado dos fosas comunes vinculadas con la represión de Marrupe. En el año 2003 empezaron las tareas de localización para encontrar a los Cinco de Marrupe, asesinados el 15 de octubre cuando iban de camino a Talavera de la Reina, pero en este año se encontró una fosa distinta, en cuyo interior había 11 personas sin identificar, todas ellas con marcas de bala. Más tarde, en octubre de 2007 se realizó la exhumación, gracias al trabajo de Agrupación de Familiares de Fusilados de Marrupe, quienes se encargaron del trabajo de investigación. Los trabajos por la recuperación de la memoria de los cinco asesinados la empezó la viuda de Leonardo Cedenilla, doña Candela Carrillo, que consiguió que el 7 de noviembre de 1939 se inscribiese la defunción de Leonardo Cedenilla Sánchez, Anastasio Mayoral y Eusebio Fierro en el registro civil, se les aplicó la causa de guerra como causa de muerte.

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosa en el cementerio de Menasalbas

Tumba de Menasalbas. Fotografía de Sandra Beldad Colado.

  El 3 de abril de 1939 fueron asesinados 17 vecinos de Menasalbas en las tapias del cementerio, la mayoría vecinos que volvían del frente de batalla, con disparos, e incluso con un hachazo. En el año 2010 empezaron los trabajos de exhumación en un punto del pueblo conocido por todos, pero silenciado por el miedo o el deseo de dañar la memoria y la vida de los familiares de los represaliados. La exhumación contó con más de cien voluntarios de Federación por la Memoria, y pudieron localizar 16 de los 17 cuerpos. El día 16 de julio de 2011 se realizó un homenaje por ellos y se entregó a sus familiares vivos los restos, entre los que se encontraba la hija de uno de ellos que perdió a su padre a los 2 años. En la actualidad están enterrados de forma común en una tumba-homenaje.

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosa en el camino al cementerio de Calera y Chozas

Detalle de la fosa. Fuente: ESCOBAR REQUENA, Ana; LLAVE MUÑOZ, Sergio de la; PACHECO JIMÉNEZ, César, “Exhumación de fosas comunes de la Guerra Civil en Calera y Chozas (Toledo). Resultados preliminares” Glyphos: Revista de Arqueología, 1, pp. 8-21, 2012.

Durante el verano de 2012 empezaron los trabajos de exhumación gracias al trabajo de la Asociación de Familiares de Republicanos Desaparecidos (AFAREDES) y la promoción de familiares de los represaliados en Calera y Chozas de las múltiples fosas que se encontraban en el camino al cementerio de la localidad. Los trabajos estuvieron coordinados por César Pacheco Jiménez y de ella se pudieron exhumar en torno a 28 personas, en diversas franjas de tamaños variados, pero dispuestas en todo el camino. El 10 de febrero del año siguiente se realizó un acto homenaje por las víctimas y fueron enterrados de forma conjunta en una tumba-homenaje. Los datos en porcentaje de la represión en Calera y Chozas son abrumadores: el 3,2% de su población total fue asesinada, lo que corresponde en torno a un 10% de la población activa de la localidad.

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosas en ‘La Pradera Baja de Santa Teresa’

Entierro en Alcaudete. Fuente: https://www.lainformacion.com/asuntos-sociales/entierran-los-restos-de-28-fusilados-en-1939-en-alcaudete-de-la-jara-toledo_fsdBb4ZsYQ4HeH2IwWyHB1/.

La fosa se encontraba en la carretera de Alcaudete a Calera y Chozas, a poco más de 3km, en el paraje de “La Padrera Baja de Santa Teresa». A finales de mayo de 2010 se inició la exhumación de las dos fosas que la formaban. Se recuperaron 28 cuerpos, 10 en la primera zanja y 18 en la otra. Las víctimas eran hombres de entre 17 y 55 años, todos fusilados el 25 de abril de 1939. Después de ser asesinados, los cuerpos fueron tirados a una trinchera. En 2010 se realizaron las labores de exhumación gracias al trabajo de la asociación de familiares y a los datos otorgados por el hijo del jefe de la Guardia Civil de la época, presunto promotor de los asesinatos, Bernardo Gómez Arroyo. Los trabajos se realizaron gracias a una subvención de 25.000€, pero se decidió no realizar pruebas de ADN a los restos debido a la complicación en tiempo y dinero que suponía y los vecinos fueron enterrados de forma conjunta. 

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque la mayoría de ellas, como sucede en el resto de las provincias, carecen de cualquier tipo de intervención y se desconoce su número exacto de víctimas. Dentro de la provincia, existen al menos 3 fosas comunes que no han sido intervenidas, pero sí dignificadas a través de la instalación de placas conmemorativas. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosa de Valmojado en el Valle de Cuelgamuros

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. Aunque en principio se planteó como monumento a los «caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones, al final de su construcción se mostró como un símbolo de la “concordia” y múltiples fosas fueron trasladadas, tanto de sublevados como de leales a la República, llevados estos últimos sin consentimiento de los familiares. La fosa de Valmojado contenía 7 personas trasladadas en dos tandas: 25 de marzo de 1959 y 04 de mayo de 1962. 

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa Estatal de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosa de Torrijos en el Valle de Cuelgamuros

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. Aunque en principio se planteó como monumento a los «caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones, al final de su construcción se mostró como un símbolo de la “concordia” y múltiples fosas fueron trasladadas, tanto de sublevados como de leales a la República, llevados estos últimos sin consentimiento de los familiares. La fosa de Torrijos contenía los restos de Pedro Madrigal Agraso, trasladado el 04 de mayo de 1962, probablemente afín al régimen. 

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosa de Toledo en el Valle de Cuelgamuros

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. Aunque en principio se planteó como monumento a los «caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones, al final de su construcción se mostró como un símbolo de la “concordia” y múltiples fosas fueron trasladadas, tanto de sublevados como de leales a la República, llevados estos últimos sin consentimiento de los familiares. La fosa de Toledo fue trasladada al Valle en varias tandas: el 25 de marzo de 1959, el 04 de mayo de 1962, el 17 de junio de 1968, el 12 de noviembre de este mismo año y finalmente el 02 de noviembre de 1974, probablemente la mayoría de las 115 víctimas fuesen partidarias del Régimen. 

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL

Fosa en el cementerio de Tembleque

Placa conmemorativa en la tumba de los represaliados republicanos. Fotografía de Sandra Beldad Colado.

La fosa de Tembleque se abre con motivo de la represión franquista sufrida entre el 27 de marzo de 1939 y el 29 de abril del mismo año. Está localizada en el cementerio municipal de la localidad, ubicación conocida por los familiares ya incluso durante la dictadura. Pidieron nada más llegar la democracia, en el año 1977, que la fosa fuese adquirida y adecentada, llevándose a cabo un acto conmemorativo multitudinario.

Las ejecuciones en Tembleque se llevaron a cabo justo al terminar la guerra y se cifra que hubo al menos entre 17 y 20, aunque es probable que fuesen más. Después se formó el campo de concentración de Tembleque. A pesar de que no se conoce con certeza su ubicación, pudo encontrarse en la “Cárcel de Tembleque” en la Plaza Mayor, edificio solariego del siglo XVII. Fue un campo provisional, que operó durante abril de 1939, y que rondó el millar de prisioneros, hasta ser trasladados al campo de concentración-cárcel de Lillo.

El año 2021 se presentó un proyecto de exhumación, pero no se llevó a cabo. En noviembre de este 2022 se va a desarrollar la exhumación planteada por la Asociación Manuel Azaña y el Ayuntamiento de la localidad. Aunque se ha realizado la dignificación de la fosa, la arquitectura franquista sigue visible en el horizonte de tumbas a través del gran mausoleo a los “Caídos por Dios y por España”, aún con toda su simbología.

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL y AVF.

Fosa de Talavera de la Reina en el Valle de Cuelgamuros

El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. Aunque en principio se planteó como monumento a los «caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones, al final de su construcción se mostró como un símbolo de la “concordia” y múltiples fosas fueron trasladadas, tanto de sublevados como de leales a la República, llevados estos últimos sin consentimiento de los familiares. La fosa de Talavera trasladada al Valle de Cuelgamuros es la mayor de Toledo, con 432 cadáveres trasladados al Valle, probablemente tanto republicanos como afines al Régimen.

Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.

Autor: RAL