Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas (a esperas de la actualización de Ciudad Real tras los estudios realizados por el proyecto de Mapas de la Memoria por la UNED), aunque la mayoría de ellas, como sucede en el resto de las provincias, carecen de cualquier tipo de intervención y se desconoce su número exacto de víctimas.
La fosa de Tembleque se abre con motivo de la represión franquista sufrida entre el 27 de marzo de 1939 y el 29 de abril del mismo año. Está localizada en el cementerio municipal de la localidad, ubicación conocida por los familiares ya incluso durante la dictadura. Pidieron nada más llegar la democracia, en el año 1977, que la fosa fuese adquirida y adecentada, llevándose a cabo un acto conmemorativo multitudinario.
Las ejecuciones en Tembleque se llevaron a cabo justo al terminar la guerra y se cifra que hubo al menos entre 17 y 20, aunque es probable que fuesen más. Después se formó el campo de concentración de Tembleque, del que, a pesar de que no se conoce con certeza su ubicación, pero que pudo encontrarse en la “Cárcel de Tembleque” en la Plaza Mayor, edificio solariego del siglo XVII. Fue un campo provisional, que operó durante abril de 1939, y que rondó el millar de prisioneros, hasta ser trasladados al campo de concentración-cárcel de Lillo.
El año 2021 se presentó un proyecto de exhumación, pero no se llevó a cabo. En noviembre de este 2022 se va a desarrollar la exhumación planteada por la Asociación Manuel Azaña y el Ayuntamiento de la localidad. A pesar de que se ha realizado la dignificación de la fosa, la arquitectura franquista sigue visible en el horizonte de tumbas a través del gran mausoleo a los “Caídos por Dios y por España”, aún con toda su simbología.
Autor: RAL y AVF.