A pesar de que los españoles habían vivido varias elecciones generales en el plazo de unos pocos años, la democracia aún no había llegado al nivel local. Adolfo Suárez había retrasado la decisión de convocar las elecciones municipales para mantener bajo su poder la importante pieza de los gobiernos locales bajo su control. Una vez se concluyó con éxito el referéndum constitucional, el Gobierno convocó elecciones generales para marzo y municipales para abril de 1979.
Unión de Centro Democrático ganó las elecciones del 3 de abril en la provincia de Toledo con un 41,71% de los votos, que se tradujeron en 860 concejales: la segunda fuerza, el PSOE, quedó a mucha distancia con un 23,15% de los votos y 357 concejales. La tercera fuerza fueron los independientes, con 13,20% de los votos, que se tradujeron en 269 concejales; mientras que el PCE y CD empataron en número de concejales, 97, aunque los porcentajes de voto fueron muy dispares: el PCE obtuvo el 10,34 y CD un 5,08 %
El éxito electoral de la UCD se tradujo en la obtención de la presidencia de la Diputación Provincial de Toledo, un fenómeno que se repitió en el resto de las provincias de la región con la excepción de Albacete.
Autora: ACP