Sucesos de julio de 1932 en La Villa de Don Fadrique

Algunos de los más de setenta campesinos detenidos en las dependencias del Ayuntamiento. Fuente: Archivo General de la Administración. En https://sucesosvilladonfadrique.blogspot.com/p/imagenes.html

Se conoce como sucesos de La Villa de Don Fadrique a los hechos que tuvieron lugar en la localidad española de La Villa de Don Fadrique (hoy, perteneciente a Castilla-La Mancha) el 8 de julio de 1932, al producirse una huelga durante la siega que acabó derivando en una revuelta campesina de carácter comunista con enfrentamientos y tiroteos entre unos campesinos de la localidad y la Guardia Civil, así como el incendio de eras, maquinaria agraria y el corte de las telecomunicaciones telefónicas y terrestres: estas últimas, la carretera y el ferrocarril.

El balance final fue la muerte de un guardia civil y cinco compañeros suyos heridos, un propietario muerto, dos campesinos muertos y otros veintiuno heridos, y más de sesenta detenidos.

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Para saber más… De los sucesos de 1932 al final de la Guerra Civil

La Villa de Don Fadrique: la pequeña Rusia manchega

Ayuda al pueblo cercado de Madrid procedente del Socorro Rojo de la Villa de Lenin (de Don Fadrique) - (Solidaridad-CDMH). De izquierda a derecha: Santiago Mollejo, Francisco Vela Organero, Pascual Carpintero Manzanero, Eufemio Díaz-Maroto y otros.

Durante la II República La Villa de Don Fadrique se había convertido en el centro-comité comarcal desde el que irradió el comunismo a los pueblos manchegos. La victoria del primer alcalde comunista en España durante la Segunda República, Luis Cicuendez Muñoz en las elecciones municipales de 1931, los sucesos de julio de 1932, la aportación más que notable de La Villa al esfuerzo de guerra y la posterior represión ejercida, le valieron a este pueblo el sobrenombre de la pequeña Rusia toledana y el topónimo o apodo de la Villa de Lenin.

Se conoce como «sucesos de La Villa de Don Fadrique» a los hechos que tuvieron lugar en la localidad española de La Villa de Don Fadrique (hoy, perteneciente a Castilla-La Mancha) el 8 de julio de 1932, al producirse una huelga durante la siega que acabó derivando en una revuelta campesina de carácter comunista con enfrentamientos y tiroteos entre unos campesinos de la localidad y la Guardia Civil, así como el incendio de eras, maquinaria agraria y el corte de las telecomunicaciones telefónicas y terrestres: estas últimas, la carretera y el ferrocarril. El balance final fue la muerte de un guardia civil y cinco compañeros suyos heridos, un propietario muerto, dos campesinos muertos y otros veintiuno heridos, y más de sesenta detenidos.

Posteriormente, el PCE logró convertirse durante la Guerra Civil en la segunda fuerza política de la provincia leal. Recurriendo a los subjetivos informes de la Guerra Civil en los momentos previos a la sublevación militar, el municipio de mayor implantación comunista era La Villa de Don Fadrique con unos mil afiliados.

La aportación de La Villa al esfuerzo de la Villa al esfuerzo de guerra había sido más que notable. De sus 5.000 habitantes habían sido enviados a los frentes unas 400 personas. De ellas ya murieron 20 en los combates hasta primeros de febrero de 1937. Un balance posterior a la contienda 1936-1939 daría el no regreso al pueblo de 200 de sus vecinos. La mayor parte de los hombres que partieron al frente se habían enrolado en el Quinto Regimiento del general Líster y formado parte básicamente del Batallón octubre nº1, del Batallón Luis Carlos Prestes, del Batallón Largo Caballero nº12 o de la Brigada móvil de choque de «El Campesino». Después pasarían a formar parte del Ejército Popular Republicano de las diferentes Brigadas Mixtas. La mayor parte de ellos formarían parte de la 1ª, 10ª, 47ª y 68ª Brigada Mixta del Ejército Popular, comandadas respectivamente por Enrique Lister, Valentín González «El Campesino», Telesforo Aguado Ronco y Etelvino Vega.

La población que quedó en La Villa había contribuido también de forma destacada en los suministros de cereales al Madrid cercado, había remitido a los frentes y de manera regular, cada semana dos camiones de productos alimenticios a través del Socorro Rojo. Al finalizar la guerra fueron muchos los que sufrieron la represión. La mayor parte de los ejecutados de La Villa de Don Fadrique lo fueron en Quintanar de la Orden y en Ocaña.

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La depuración de maestras conquenses por el franquismo

La depuración del magisterio en Cuenca durante el franquismo fue parte de un proceso llevado a cabo a nivel nacional que buscaba asegurar la lealtad política de los docentes a los principios del nuevo régimen. Las maestras y maestros fueron investigados exhaustivamente por su afiliación política y sindical, su conducta religiosa y moral, sus vínculos con el gobierno republicano y prácticas pedagógicas no tradicionales.

En 1940, había 540 maestras en Cuenca y su provincia, de las cuales 103, es decir, el 20%, fueron sancionadas, lo que representaba que una de cada cinco había sido suspendida de empleo y sueldo o inhabilitada para la docencia. Las maestras sancionadas eran listadas alfabéticamente, incluyendo detalles como el tipo de sanción impuesta, el cargo que ocupaban, la localidad y la fecha de publicación de la sanción, así como el número del Boletín Oficial Provincial (BOP) donde se registraba el castigo.

Por otro lado, también hemos de tener en cuenta los exilios de maestras de otras provincias a la de Cuenca, especialmente de Málaga, Vizcaya, León, Sevilla, Barcelona, Guipúzcoa y Palencia. Estas maestras vivieron un estado de silencio y miedo, fueron expulsadas de sus hogares y desarraigadas.

Autora: LMC

Para saber más… La depuración del magisterio en Castilla-La Mancha

Resultados de la depuración franquista del magisterio en Ciudad Real

La depuración del magisterio en la posguerra española fue un proceso clave en el marco de la represión franquista para consolidar su control sobre el sistema educativo y erradicar cualquier influencia de los principios izquierdistas y republicanos en la formación de las futuras generaciones. Este proceso, que implicaba la revisión minuciosa de la lealtad política, moral y religiosa de los maestros, se llevó a cabo en toda España.

En el caso de la provincia de Ciudad Real, la Comisión Depuradora D inició su labor en 1939, pues esta zona había pertenecido a la zona republicana hasta el final de la contienda. Este primer año, la comisión tramitó 122 expedientes, aunque alcanzó su mayor actividad en 1940, cuando 650 maestros/as fueron sometidos a este proceso por el que debían pasar obligatoriamente todos los maestros del país. A partir de esa fecha, el número de expedientes comenzó a descender, con 61 sanciones en 1941 y 10 en 1942, aunque la supervisión y sanción del magisterio continuó hasta la década de 1950. Este proceso abarcó tanto a los maestros del Plan Profesional de 1931, como a los cursillistas de 1933 y 1935. En total, hasta 1950, entre 686 y 722 maestros/as, según la fuente consultada. El Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real (B.O.P.C.R.) cita 391 hombres y 331 mujeres, de los cuales 57 eran de la capital (30 mujeres y 27 hombres). En cambio, el Archivo General de la Administración (A.G.A.) señala cifras de 364 hombres y 322 mujeres, con 171 docentes de la capital (103 hombres y 68 mujeres) y 515 del resto de la provincia (259 hombres y 256 mujeres).

En cuanto a los componentes de la comisión depuradora, en Ciudad Real fueron miembros: como presidente Juan de Álamo Santamaría, director del Instituto Nacional de Enseñanza Media; como secretario Juan de la Cruz Espadas y Bermúdez, miembro de la Comisión Gestora Municipal de Ciudad Real y de la Comunión Tradicionalista; como vocal, el presidente de la Asociación de Padres de Familia; y como personas de “máximo arraigo y solvencia moral y técnica”, Ramón Serrano y Francisco Morales.

Autora: LMC

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La depuración franquista del magisterio en Tobarra (Albacete)

En Albacete, el proceso de depuración afectó a 697 maestros/as distribuidos en los pueblos de la provincia. Aunque existe poca información publicada sobre el desarrollo de la depuración en cada una de estas localidades, en el caso de Tobarra contamos con el trabajo de Francisco José Peña Rodríguez. Según sus investigaciones, 30 maestros fueron sometidos a la depuración y la mitad recibió sanciones desfavorables, enfrentando medidas punitivas como el traslado forzoso o la suspensión de empleo y sueldo. El último expediente, en este municipio, se publicó el 13 de diciembre de 1943.

Un ejemplo representativo de este proceso es el caso de D. Leonardo Ruiz Morán, maestro en la Escuela Graduada de Niños “Lorenzo Luzuriaga” de Caudete, a quien se le prohibió ocupar cargos directivos y de responsabilidad. Nunca pudo ejercer en Tobarra. Uno de sus compañeros caudetanos presentó voluntariamente un informe a la comisión en el que se refería a D. Leonardo como un “descarado izquierdista y enemigo del Glorioso Movimiento Nacionalista”, alegando además que “recibía con satisfacción leyes sectarias y de coeducación, vigilando a los que dudaban en ponerlas en práctica”, y sugiriendo una posible vinculación con la masonería.

Si bien no se debe extraer conclusiones generales a partir de un solo caso, los testimonios y las sanciones muestras el trato severo que muchos maestros recibieron, no solo desde la administración, sino también por parte de algunos de sus compañeros (en la mayoría de los casos las denuncias procedían de este sector). Este tipo de represalias truncó la vida profesional de muchos docentes, dejando huellas profundas en su trayectoria vital.

Autora: LMC

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La depuración franquista del magisterio en Albacete

La depuración franquista del magisterio durante y después de la guerra civil formó parte de la política educativa impulsada por el régimen y estuvo dirigida a erradicar cualquier influencia izquierdista y republicana en las nuevas generaciones, así como a garantizar que el sistema educativo respondiera a los valores del nacional-catolicismo. Esta represión afectó profundamente a los docentes, pues fueron sometidos a procesos administrativos de investigación y sanción por su ideología, afiliación política y conducta moral mientras vivían sumidos en la incertidumbre económica.

En el caso de Albacete, la depuración afectó a 697 maestros que ejercían en los pueblos de la provincia. En base a una muestra de 34 expedientes, las principales acusaciones que aparecen son las siguientes: en el amplio campo de “ideología de izquierdas” el 65% de los casos; rechazo a la causa nacional 60%; militancia en organizaciones republicanas 47%; prácticas religiosas, ateísmo o laicismo en las aulas 43%; y enseñanza con métodos o planteamientos pedagógicos “inaceptables” el 21%. Y entre las sanciones impuestas, los porcentajes se reparten de la siguiente forma: separación absoluta del servicio el 7%, inhabilitación temporal el 8%, traslado forzoso el 13%, inhabilitación para cargos directivos el 4% y otras sanciones 0,6%.

Si aplicamos una variante de análisis basada en el género, las sanciones fueron aplicadas a más maestros (39%) que a maestras (15%). Este dato es relevante si tenemos en cuenta que el proceso afectó a una proporción similar de maestros y maestras, con aproximadamente 350 docentes depurados por género.

En términos generales, el análisis de la depuración en esta provincia revela una homogeneidad en la severidad de las sanciones, donde en todos los partidos judiciales el porcentaje de los sancionados superó el 27%.

Autora: LMC

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La depuración franquista del magisterio en Guadalajara

El 30 de marzo de 1939, la zona sur de Guadalajara fue “liberada” por las fuerzas franquistas. Pocos días después, el 3 de abril, José Sentís Simón fue designado Gobernador Civil de Guadalajara y publicó en el boletín provincial la Ley del 10 de febrero de 1939, que regulaba la depuración de los funcionarios y establecía que el Ministerio de Educación Nacional se encargaría de la depuración de los docentes.

La depuración del magisterio comenzó antes en la llamada zona liberada de Guadalajara, con una Comisión Depuradora con sede en Sigüenza. La comisión solicitaba informes a autoridades locales (civiles y eclesiásticas) y, en septiembre de 1939, se constituyó una nueva comisión en Guadalajara, liderada por Adolfo G. Cordobés y Hernández, profesor de francés de la Escuela Normal y conocido por su ideología ultraconservadora. El cargo de secretario lo compartieron Higinio Busons y David Pérez, ambos con un alto prestigio moral y técnico según los estándares del régimen.

El análisis de 812 expedientes (incluyendo 56 de estudiantes de la Escuela Normal) arroja los siguientes resultados: 577 maestros/as y 45 alumnos/as fueron rehabilitados en sus cargos o confirmados para la docencia y 180 maestros/as y 11 alumnos/as sancionados, de los cuales el 40% fue cesado definitivamente. La mayoría de los sancionados enfrentaba cargos de tipo político, a menudo acompañados de acusaciones sociales y personales, mientras que solo cuatro casos se relacionaban exclusivamente con motivos religiosos.

La proporción de sanciones varió según los distritos judiciales. En el distrito de Sigüenza, el número de sancionados alcanzó el 29% del magisterio, mientras que en Guadalajara fue del 15%. Las diferencias responden a factores como la ruralidad, la ideología conservadora dominante y el arraigo del poder religioso, que ejercía una fuerte influencia en zonas como Sigüenza (que además fue zona de ocupación sublevada y registró un 22% de docentes sancionados) y Cifuentes (área que cambió de manos y registró un porcentaje del 34% de sancionados).

Autora: LMC

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Fosa en el cementerio civil de Villarta

Villarta. Elaboración propia mediante Google Earth

Cuenca es una de las provincias sobre las que se dispone de menos información en cuanto a la represión franquista, las fosas y las pocas intervenciones realizadas en estas. Según la información proporcionada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca para la elaboración del Mapa Estatal de Fosas, en el cementerio civil de Villarta existe una fosa guerrillera -no intervenida- que alberga los cuerpos de Francisco Martínez Leal y Diego Sánchez Cazorla, fusilados el 12 de mayo de 1951.

El Mapa Estatal de Fosas muestra que en Cuenca hay 50 fosas comunes, de las cuales solo 9 están exhumadas al completo. Una de las más conocidas, la de la Tahona de Uclés, ha sido exhumada solo de forma parcial en una excavación llevada a cabo entre 2005 y 2007 que atrajo una importante atención por el elevado número de restos que contenía. La gran actividad guerrillera en la zona por parte de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón hacen que sea la región donde el número de fosas guerrilleras sea mayor: de las 50 fosas, 33 de ellas lo son. Por otro lado, 6 fosas de la provincia fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.

Autora: LMC

Para saber más sobre la guerrilla antifranquista

Mujeres guerrilleras en Ciudad Real

Miembros de la partida de “Lazarete”, donde figura Sergia Flores Sanz. Fuente: DÍAZ DÍAZ, Benito (coord.), La guerrilla en Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Almud, ediciones de Castilla-La Mancha, Biblioteca Añil, 2004, p. 160.

Debido a la escasez de estudios sobre la mujer en la guerrilla antifranquista, apenas se conocen actuaciones de la mujer en las partidas guerrilleras, aunque está documentado que iban armadas. Sí que constan mujeres que actuaron como enlaces, realizando labores de intendencia y servicios. En la mayoría de las ocasiones actuaban como guardianas de los campamentos y de los almacenes, pero también permanecían en la retaguardia cuando se producían golpes económicos de suministro y secuestros.

En la provincia de Ciudad Real actuó Asunción Méndez Jaramago, vecina de Agudo, que huyó a la sierra junto a su padre y su hermano, el conocido como “Manco de Agudo”. Ella y su padre fallecieron en un tiroteo en Puebla de Don Rodrigo en julio de 1941.

Paulina Amaro Pachá, natural de Guadalmez (Ciudad Real), quedó viuda durante la Guerra Civil y se convirtió en enlace de los primeros huidos en la Estación de Guadalmez-Los Pedroches. Luego se echaría al monte y fue compañera de José Caballero “El Yamba”. En el verano de 1946 ambos abandonaron la 2ª Agrupación Guerrillera para ocultarse en Barcelona. En 1949 lograron cruzar la frontera francesa.

Sergia Flores Sanz, natural de El Viso (Córdoba), esposa legal de “Lazarete”, con quien huyó a la sierra en 1941. Ambos fallecieron en la emboscada de la Guardia Civil en la Sierra Mochuelo, el 5 de marzo de 1948, traicionados por “El Lechuga”.

Sofía López García, natural de Navas de Estena (Ciudad Real) fue acusada de actuar como enlace de los guerrilleros. También fue acusada de exaltar la causa roja, de hacer propaganda y de actuar como espía de su marido, huido en la sierra. Mientras estaba presa tuvo una hija, que fue entregada a su hermano.

Autora: LPG

Mujeres guerrilleras en Albacete

Elche de la Sierra. Fuente: https://www.zendalibros.com/de-pueblo-iii-elche-de-la-sierra-ii/

Debido a la escasez de estudios sobre la mujer en la guerrilla antifranquista, apenas se conocen actuaciones de la mujer en las partidas guerrilleras, aunque está documentado que iban armadas. Sí que constan mujeres que actuaron como enlaces, realizando labores de intendencia y servicios. En la mayoría de las ocasiones actuaban como guardianas de los campamentos y de los almacenes, pero también permanecían en la retaguardia cuando se producían golpes económicos de suministro y secuestros.

En la zona Centro-Sur se han documentado 1.466 guerrilleros, pero solo 26 mujeres. La mayoría de ellas se incorporaron a las partidas guerrilleras por vínculos familiares, más que por razones políticas. Solían acompañar a sus padres, hermanos y parejas, huyendo de la represión de la que eran objeto en sus pueblos.

En la provincia se Albacete se documenta la actuación de Ramona Cuenca Alarcón, natural de Santiago de la España (Jaén) y compañera de “El Granaíno”. Fue capturada junto con sus compañeros en Elche de la Sierra, el 29 de junio de 1944.

Felisa García González “La Chata”, natural de Yeste, fue compañera de “El Sapo”. Ambos fallecieron en la cueva de Las Huelgas (Yeste) el 19 de octubre de 1948.

Autora: LPG