La fosa de Alcázar de San Juan fue trasladada al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos, entre el 24 de marzo de 1959 y el 22 de abril de 1968 y contiene alrededor de 93 víctimas.
Según los datos del Mapa Estatal de Fosas, en la provincia de Ciudad Real se han localizado 62 fosas. De estas, sólo el 4% ha sido exhumado por completo. Hay diferencias significativas en el tamaño de las fosas dentro de la provincia: la fosa en Ciudad Real contiene el 35% de las víctimas totales, la de Alcázar de San Juan alberga el 12%, y la de Almodóvar del Campo ocupa el tercer lugar con el 8% de las víctimas. En total, la provincia cuenta con 3457 víctimas. La mayoría de las fosas son de pequeño tamaño, algunas de ellas contienen únicamente los restos de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas registradas en la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros.
El Valle de Cuelgamuros es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los «Caídos por Dios y por la Patria», como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de Cuelgamuros fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.
Autor: RAL