Cuenca es una de las provincias sobre las que se dispone de menos información en cuanto a la represión franquista, las fosas y las pocas intervenciones realizadas en estas. Un ejemplo de esta situación es la fosa del cementerio de Tarancón, pues ha sido objeto tanto de intervenciones previas como de dignificaciones, pero apenas existe información sobre ella. Las víctimas de la represión franquista en Tarancón fueron enterradas en diferentes fosas en el cementerio municipal y, a finales de los años 70, los restos fueron exhumados y tratados «como escombros», según el Mapa Estatal de Fosas, motivo por el cual en la actualidad permanecen desaparecidos. Los cuerpos proceden de fusilamientos y de fallecimientos en la prisión del partido y en los hospitales republicanos.
En el año 2016 se instalaron unas placas en homenaje a las víctimas y, desde entonces, éstas han sufrido varios actos vandálicos. Ya en el año 2022 se renovaron, incluyendo al taranconense muerto en Mauthausen.
El Mapa Estatal de Fosas muestra que en Cuenca hay 50 fosas comunes, de las cuales solo 9 están exhumadas al completo. Una de las más conocidas, la de la Tahona de Uclés, ha sido exhumada solo de forma parcial en una excavación llevada a cabo entre 2005 y 2007 que atrajo una importante atención por el elevado número de restos que contenía. La gran actividad guerrillera en la zona por parte de la Agrupación guerrillera de Levante y Aragón hacen que sea la región donde el número de fosas guerrilleras sea mayor: de las 50 fosas, 33 de ellas lo son. Por otro lado, 6 fosas de la provincia fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.
Autora: LMC