Desde finales de 1944 la lucha guerrillera dio un vuelco total. Motivados por el avance positivo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, el PCE comenzó a organizar partidas de guerrilleros que venían actuando por el interior del país en un efectivo ejército para luchar abiertamente contra el régimen. De este modo, a partir de los últimos meses de 1944, se fueron formando diversas agrupaciones guerrilleras que solían abarcar un vasto territorio. Todas ellas tenían características similares: al mando de cada una figuraba un jefe, auxiliado en sus labores de dirección por una auténtica plana mayor, en la que siempre figuraba un enlace con el partido de Madrid. Cada agrupación se componía de varias divisiones, cada una con sus respectivos responsables. Y cada división, a su vez, constaba de varias partidas de guerrillas, formadas por un jefe y los guerrilleros, que solían ser entre tres y siete, conocidos por apodos que hacían alusión a alguna característica física o a su lugar de origen.
La provincia de Ciudad Real quedó encuadrada en la 2ª Agrupación y constaba de tres divisiones: la 21ª, la 22ª y la 23ª, al mando de Eusebio Liborio Lombardía “Labija”, José Méndez Jaramago “Manco de Agudo” y Honorio Molina Merino “El Comandante”.
La 21ª División tuvo su centro en Puertollano y estuvo muy activa durante 1945. Destaca principalmente el atraco a la sucursal del Banco Español de Crédito en este municipio, del que se llevaron 250.000 pesetas. Sin embargo, a finales de 1946 la Guardia Civil mató a “Labija” en su escondite madrileño y fue sustituido por Francisco Expósito Prieto “Gafas”, que aumentó la actividad guerrillera en el sur de la provincia de Ciudad Real con la ayuda de cuatro partidas.
Autora: LPG