La fosa del cementerio de Tomelloso contó con 15 víctimas. Se abrió el 16 de enero de 1940 con la muerte en prisión de Mariana Antón Ortega. Los diferentes cuerpos fueron enterrados en diferentes áreas y sepulturas del cementerio: en la zona de San Valentín, fila 7, número 7; fila 12, fila 13; zona de San Narciso, fila 5, números 10, 11, 17; y zona de Santa Amelia, filas especiales, número 23. Aunque las fosas están señaladas, el principal problema de trabajo, se encuentra en adaptar las numeraciones antiguas con las actuales, como sucede en múltiples cementerios. Esta dificultad se traduce en que las víctimas siguen en ella y no se han realizado todavía trabajos. Una muestra más del éxito de la política represiva del franquismo consistente en el daño a los vivos a través de la imposibilidad de prestar respeto a sus muertos.
En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.
Autor: RAL.