El mapa de las fosas comunes del Ministerio muestra en Guadalajara la presencia de 11 fosas comunes, pero la asociación Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara remarca la falta de numerosas fosas en el mismo. Guadalajara es un caso anecdótico de la falta de estudios de localización y trabajos de exhumación, visible en los datos disponibles en dicho mapa. Desde 2005 solo se han exhumado fosas en 4 localidades: Cincovillas, Abanades, La Toba, y Guadalajara capital, esta última exhumada solo de forma parcial. A ello se le suma el olvido intencionado por instituciones en localidades como Sigüenza. Todo ello genera un amplio desconocimiento en las fosas de la provincia.
A la falta de investigaciones en las fosas, se le añade que buena parte de las localizadas han sido trasladadas al Valle de los Caídos entre 1959 y 1962, con la excepción de la fosa Luzón, trasladada en 1975.El Valle de los Caídos es el monumento franquista más visible, la muestra más clara de la pervivencia de la materialidad franquista en la España democrática. Su construcción se inició al fin de la guerra y, aunque debería haberse terminado en el curso de un año, fue concluido en 1959. En principio se planteó como monumento a los “Caídos por Dios y por la Patria”, como otros tantos monumentos y conmemoraciones de la primera parte de la posguerra, pero cuando se finalizó su construcción la estrategia propagandística del régimen se había modificado y se prefirió mostrar al monumento como un símbolo de la “concordia”, por lo que se trasladaron a éste cadáveres de los dos bandos. La mayor parte de las víctimas de la represión franquista que se trasladaron al Valle de los Caídos fueron llevadas sin consentimiento de los familiares.
Este es el caso de la fosa de Sigüenza, vinculada con la batalla que se desarrolló en la localidad y que contaba con más de 200 cuerpos, todos trasladados al Valle de los Caídos entre 1959 y 1962.
Autor: RAL