El caso de la localidad de Navalcán, junto con su vecina Parrillas, presenta una compleja situación en cuanto a sus fosas. El Mapa de Fosas señala la existencia de dos fosas en Navalcán: una en los parajes de la Dehesa Nueva y la Cañada de Calabazas, y otra bajo las aguas del pantano (actualmente desaparecida). En realidad, existen varias fosas en esta localidad y, por lo general, no son grandes fosas, sino que albergan uno o dos cuerpos. Las excavaciones en la Dehesa Nueva y la Cañada de Calabazas se iniciaron en agosto de 2006 por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, luego del hallazgo de restos humanos en Los Rollones (Parrillas). Sin embargo, los resultados de estas excavaciones son ambiguos: mientras que un informe pericial de 2014 del médico forense Pacho Etxebarría confirma la exhumación de cinco víctimas en 2006, coincidiendo con la información de la ARMH, otros datos son diferentes, como la actuación de 2008 donde, según la ARHM, se recuperaron dos víctimas; o los trabajos de la historiadora y osteoarqueóloga Lourdes Herrasti, donde se menciona la recuperación de 25 individuos en Los Alcornocales y tres en Cerca Nueva, ambos en Navalcán.
En octubre de 2010 se llevó a cabo un acto de homenaje a las víctimas de la represión en el Centro de Cultura de Navalcán. En él se entregaron los restos de seis víctimas a sus familiares. Posteriormente, en 2013, se erigió una lápida en el cementerio municipal con el nombre de algunos de los fusilados, con la esperanza de que en el futuro se pudieran añadir los nombres de los alrededor de 70 represaliados de la localidad – según un listado de la iglesia parroquial de Navalcán -, pues la gran mayoría de ellos no ha podido recibir un entierro digno.
Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.
Autora: LMC