Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Ciudad Real, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia.
La partida liderada por el extremeño Joaquín Ventas Cita “Chaquetalarga”, organizada en 1940, se movió en estos años por los términos municipales de La Puebla de Don Rodrigo, Fontanarejo, Navalpino, Arroba de los Montes y Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). La presencia de “Chaquetalarga” por tierras ciudarrealeñas fue muy esporádica, aunque entre sus actuaciones más destacadas se encuentra el secuestro de una mujer en Casa Marín, en la finca La Toledana, en 1942, para cobrar el rescate y financiar la guerrilla.
A partir de 1944 se intensificaron los recorridos y golpes de suministro por Ciudad Real, desde las bases de Cáceres. Destaca el secuestro del hijo del dueño de la finca El Gachero (Retuerta) en octubre, del que consiguieron 11.000 pesetas por el rescate. En ese mismo mes, el día 21, actuaron en la finca Los Porches (Alcoba) consiguiendo dinero y en donde, no se sabe por qué motivos, los siete de la partida violaron, uno tras otro, a la joven Gregoria Mendoza.
Destaca la habilidad de “Chaquetalarga” durante estos años para sortear las emboscadas de la Guardia Civil y evitar numerosas bajas en su partida, saliendo prácticamente indemne de llamado periodo de huidos (1939-1944).
Autora: LPG