Aunque el 1 de abril de 1939 el general Francisco Franco daba por terminada la Guerra Civil, la paz estuvo muy lejos de llegar al país. La fuerte represión supuso que muchos militares republicanos buscaran refugio en las zonas montañosas de la provincia de Ciudad Real, al igual que ocurrió en el resto de España. A ellos se unieron huidos de las cárceles franquistas, que fueron formando, hasta 1944, pequeñas partidas que actuaban con independencia, sin organización política y, en un primer momento, por pura supervivencia.
Aunque fueron numerosas las partidas que surgieron en este tiempo, pocas fueron relevantes. Francisco Blancas Pino “Veneno” se incorporó a la sierra el 18 de octubre de 1944, tras huir de la colonia penitenciaria de Talavera de la Reina. Se integró en la 2ª Agrupación Guerrillera, dirigiendo la 23ª División. Su radio de acción se centró en las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cáceres y Badajoz, convirtiéndose en una pesadilla para la Guardia Civil. Entre sus acciones se encuentra la voladura, en las proximidades de Ciudad Real, de la línea férrea Madrid-Badajoz, el 2 de enero de 1947, cortando el tráfico ferroviario durante siete horas. Al mes siguiente dieron muerte al secretario local del Ayuntamiento de Poblete.
La suerte de la partida cambió en 1954, cuando Esteban Navas Ruiz “Manchego”, enfermo desde hacía tiempo, se unió a la contrapartida formada por la Guardia Civil e informó de los lugares en los que se solían producir los golpes económicos. A pesar de las informaciones, la Guardia Civil no logró capturar a los componentes de la partida de “Veneno”, que, en mayo de 1955, alcanzaron con éxito a la frontera francesa.
Autora: LPG