La cuesta de la Reina es un paraje de elevaciones montañosas en las inmediaciones del municipio de Seseña y el río Jarama. Seseña es capturado por las tropas sublevadas en octubre de 1936, a partir de este momento el frente queda fijado a las orillas del Jarama, siendo la cuesta de la reina un punto estratégico al encontrarse a sus faldas la estación de ferrocarril y el puente largo del Jarama, el cual era uno de los pocos en pie para cruzar este río. Tras la toma de Seseña ambos bandos toman posiciones en el paraje montañoso de la Cuesta de la Reina, estando implicadas las Brigadas 45 y 24 de la 9ª División de Rúbert más las 107 y 77 Brigadas Mixtas además de apoyo de artillero, 9 tanques T-26 y 2 trenes blindados. El ejercito sublevado, por su parte presenta resistencia con la 12ª División del general Cabanillas y 6 baterías de artillería.
Todas estas fuerzas se encontraban cerca de la línea del frente, la cual estaba resguardada por multitud de trincheras de diferentes tamaños de fisionomía sinuosa y con pozos de tirador, para fusileros y armas automáticas.
Entre los días 12-20 de octubre de 1937 el ejercito republicano realiza una ofensiva para recuperar parte del espigón de la Cuesta de la reina, tomando y cortando carreteras y puntos clave, para entorpecer la llegada de suministros de la localidad de Seseña. El plan republicano era sencillo, realizar una maniobra envolvente para aislar las posiciones enemigas de la cuesta de la reina y controlar las carreteras principales, pero los enlaces no llegan y aunque se toman ciertas posiciones sublevadas, los combates son durísimos y muy intensos, teniendo que pedir refuerzos de la 14ª Brigada Internacional y de la Brigada mixta el día 14.
Tras las llegada de los refuerzos se pretende seguir realizando la maniobra en pinza para tomar las posiciones, pero los legionarios de la 12 Bandera de la legión hostigan incasablemente a las tropas republicanas, haciendo que estas retrocedan, acabando la ofensiva republicana en una derrota, ya que no se logran cumplir objetivos, dejando un saldo de unos 2350 muertos (850 en el bando sublevado y 1500 en el republicano).
Hoy en día la zona en la que se entablan los intensos combates es un polígono industrial que ha barrido la mayoría de las trincheras, pero aún existen vestigios de los intensos combates en la zona, quedando a la vista numerosas trincheras que poco a poco se van colmatando.
Autor: GRM