Alcázar de San Juan responde claramente al modelo de las localidades de la provincia de Ciudad Real en las que no hubo ningún intento de sublevación y las fuerzas populares se hicieron con el control de la situación sin incidentes.
En cuanto llegaron las noticias del golpe del 18 de julio a esta localidad de la Mancha de Ciudad Real, las agrupaciones de izquierdas se movilizaron para desbaratar los planes de los sublevados. Lo primero que hicieron las organizaciones obreras fue salir a las calles y hacerse con armas, así como organizar el desplazamiento de milicianos a Villarrobledo para ayudar a sofocar la rebelión que sí había prendido en dicho municipio. La Casa del Pueblo de Alcázar de San Juan decretó la huelga general y se embarcó en la formación de una milicia popular a la que se pertrechó con armas requisadas en la localidad. De esta milicia se formó el Batallón Mancha Roja, integrado por 160 hombres y a cuyo frente se situó el capitán Carrascosa. El Batallón Mancha Roja participó en la toma de Villarrobledo, culminada el 25 de julio de 1936.
La movilización popular y la organización de sus fuerzas evitaron cualquier intentona en Alcázar de San Juan, que quedó en el lado leal desde las primeras jornadas tras el golpe.
Autora: ACP