La fosa de Socuéllamos se abrió el 12 de abril de 1939 con los restos de Juan Calleja Ortega, asesinado nada más acabar la guerra, a los cuales le siguieron en el mes de julio, en los días 21, 23 y 25 los de Juan Calleja Ortega, Cirilio Fernández Sánchez y Salvador Bermejo Aquino, respectivamente. La ubicación de la fosa es desconocida en la actualidad, pese al trabajo de Luis Izquierdo Calleja, actual enterrador del municipio y nieto del primer difunto. Además, por otro lado, a finales de los años 70 los familiares de Antonio Sánchez Carrión, fusilado en Ciudad Real en 1943, y del guerrillero Juan M. Moreno Romero, muerto en un tiroteo con la guardia civil el 5 de julio de 1945 en Los Hinojosos (Cuenca), buscaron los restos de sus familiares para darles sepultura individual en el cementerio de la localidad.
En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.
Autor: RAL.