La fosa de La Solana contiene los restos de 39 personas, abierta el 10 de abril de 1939 tras el asesinato extrajudicial de un hombre conocido como “Tío Palomo”. Una semana después se produjo el enterramiento de 34 personas a causa de fusilamientos. Sin embargo, estos 35 primeros asesinatos se cometieron sin pasar por el Consejo de Guerra por hacer frente a las tropas de ocupación, pese a que no hay constancia entre la población de que así sucediera. Tras este primer momento de represión, se incorporaron a la fosa los restos de diversos guerrilleros: Victoriano Márquez Naranjo “El Curilla” (m. 24/07/1942), José Jiménez Sánchez “Beato” (m. 11/11/1942), quien pudo ser exhumado por su hija posteriormente gracias a haber sido enterrado de forma individual en la zona de la fosa; Vicente Cañadas del Olmo “Cañadas” y José María Fernández del Olmo “Piñón”. En los años ochenta se intentó exhumar los restos de los 35 fusilados en 1939, pero al final se decidió mantener la ubicación y construir un panteón-memorial.
En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las victimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.
Autor: RAL.