La fosa del cementerio de Pajaroncillo contiene los restos de soldados que fallecieron tras haber sido atendidos en el Hospital Militar de El Cañizar, situado en el mismo término municipal, que funcionó entre el 1 de enero de 1937 y el 3 de marzo de 1939. Se calcula que en la fosa están enterrados 47 soldados, procedentes de diferentes lugares de España, que murieron en el citado hospital, y un niño procedente de Teruel que falleció accidentalmente jugando con un explosivo. El médico anarquista Pedro Vallina fue director del centro: las memorias de este doctor sevillano han aportado mucha luz sobre el funcionamiento del hospital de sangre situado en esta localidad conquense.
La provincia de Cuenca experimentó una grave paralización de todos los intentos de exhumación de fosas a partir de 2012, como el resto de las provincias castellanomanchegas, pero en este caso no se produjo ninguna ya hasta 2021, que fue precisamente la actuación llevada a cabo en la fosa del cementerio de Pajaroncillo. Tras varios retrasos ocasionados por la pandemia del coronavirus, en septiembre de 2021, la asociación cultural La Gavilla Verde emprendía los trabajos de prospección de esta fosa, en la que esperaba encontrar los restos de 48 personas. Gracias a los trabajos de prospección se localizó la fosa, pero no pudo continuarse con la fase de exhumación por motivos técnicos.
El 25 de mayo de 2024 se celebró un homenaje organizado por la Asociación La Gavilla Verde y la Asociación de Familiares de la Fosa de Pajaroncillo, y durante el cual se inauguró un monolito en el que aparecen los nombres y la procedencia de las personas allí enterradas.
Autora: ACP