La Ofensiva del Alto Tajuña fue una maniobra republicana concebida para aliviar la presión que las tropas sublevadas ejercían sobre el Ejército del Este, en Aragón. El Valle del Tajuña tenía una gran importancia estratégica para ambos ejércitos ya que se situaba cercana a la carretera que comunicaba Madrid con Barcelona. El ataque del Tajuña se realizaría de noche por la infantería entre los espacios sin fortificar del enemigo para atacarles por la retaguardia, en la madrugada del 30 al 31 de marzo de 1938, y al que debería unirse simultáneamente la caballería y la compañía de tanques. Sin embargo, no pudo darse el factor sorpresa por los vuelos de reconocimiento de las tropas sublevadas. En la zona de Abádanes, los republicanos llegan a ocupar distintas posiciones rebeldes y entrar en la localidad. Finalmente, esta ofensiva, que se materializaría desde 31 de marzo al 18 de abril, supuso la consolidación del frente hasta el final de la guerra. Ello propició, además, la construcción de fortificaciones de ambos bandos en toda la región.
En la localidad de Masegoso se sitúa un gran fortín de planta poligonal situado en las afueras del pueblo y que fue utilizado por el bando republicano. Ha sido nombrado como “Búnker de la Tía Emilia” en honor a una señora del pueblo que lo convirtió en su hogar al acabar la guerra. La excavación arqueológica no ha dado resultados positivos, en parte, por la enorme colmatación de la estructura (hasta dos metros) con trozos de hormigón, gravas y arcilla. Con lo poco que se intervino, se pudo identificar las aspilleras del búnker.
Autora: MEPV