En julio de 1936 se produce el estallido de la Guerra Civil española. Ciudad Real, se posiciona como zona de retaguardia pero ello no impide que se habiliten en sus localidades elementos defensivos y militares. En Valdepeñas se localiza un aeródromo al norte de la población, siendo uno de los 29 aeródromos de la 5ª Región Aérea y perteneciendo al tercer sector.
En concreto, este campo de aviación tenía una forma irregular, teniendo unas dimensiones de 1500 metros de noroeste a sudeste y de 940 metros de nordeste a suroeste, aproximadamente. Su ubicación, a menos de 150 metros de la carretera Andalucía-Madrid, hacía de este enclave un objetivo muy vulnerable contra un posible ataque de la aviación enemiga, por lo que en la superficie del campo se vertió carbonilla para simular una plantación de viñas. Este campo contaba con once refugios y un polvorín.
El aeródromo fue un campo de gran actividad, albergando desde 1937 hasta 1938 a varias escuadrillas de aviadores como la de los “Natachas” o la 1ª del grupo 72 que realizó tareas de reconocimiento armado del frente extremeño o protagonizó el 4 de febrero de 1938 el bombardeo de los puentes y de la Fábrica de Armas de Toledo, soltando ocho bombas de 75 kg de material explosivo. Finalmente, tras la guerra se incluye como un aeródromo de clase D del Ejército del Aire hasta 1943, fecha en la que comienza su desuso. Actualmente todos los terrenos que conformaban el campo de aviación se encuentran cultivadas con viñas y olivos.
Autora: MEPV