En julio de 1936 se produce el estallido de la Guerra Civil española. Ciudad Real se posiciona como zona de retaguardia pero ello no impide que se habiliten en muchas de sus localidades elementos defensivos y militares.
A un kilómetro de La Garganta, aldea de Brazatortas, y a unos 400 metros al sudeste de la estación del ferrocarril, se situaba un aeródromo de forma irregular y de unas dimensiones aproximadas de 1.000 x 500 m. Este campo, número 34 de la 5ª Región Aérea, fue construido en 1937. Se componía de dos prolongaciones de pista y se encontraba rodeado de plantaciones de eucaliptos que dificultaban mucho las operaciones de despegue y aterrizaje, aunque las características de este cultivo servían como un camuflaje para los aviones que operaban allí. Además, en el eucaliptal se encuentran varios refugios antibombas. El más pequeño de ellos se inunda con las lluvias del invierno y se encuentra encementado. El refugio grande, en excelente estado de conservación, tiene dos accesos separados por 38 metros y se encuentra enladrillado. Cercano a él, se sitúa una caseta de piedra que actuaba como cuerpo de guardia. Como el aeródromo se encontraba situado en una finca privada, pilotos y personal se hospedaban en sus instalaciones o bien en el cercano pueblo cordobés de Conquista.
Este aeródromo tuvo gran actividad durante el conflicto gracias a su ubicación. Destaca su posición estratégica en 1938, tras la batalla del Ebro, al ser lugar donde aterrizaban escuadrillas de Polikarpov I-15 “Chatos” que también participaron de forma activa en el frente extremeño en 1939. Al final de la guerra compartió actividad aérea con el aeródromo de Sisones.
Autora: MEPV