En julio de 1936 se produce el estallido de la Guerra Civil española. En principio esta se prevé breve por lo que, hasta pasados varios meses del inicio, se realizan movimientos defensivos rápidos e improvisados. Ciudad Real, Cuenca y Albacete se posicionan como zona de retaguardia pero ello no impide que se habiliten en estas zonas elementos defensivos y militares. Además de la construcción, se utilizan estructuras preexistentes como aeródromos militares.
En Argamasilla de Alba se ubicaba un campo de aviación perteneciente al 1er sector de la 7ª Región Aérea. Tenía una forma poligonal y contaba con unas dimensiones de 1.050 x 1.000 m. Este campo de aviación contaba con un cuerpo de guardia, dos almacenes y un edificio. Además, tenía un polvorín al suroeste y se encontraba a un kilómetro de distancia. Este aeródromo tenía la particularidad de contar con energía eléctrica suministrada por un transformador, pero los oficiales y altos mandos se alojaban en la propia localidad de Argamasilla.
Otra particularidad, que lo asemeja al campo de aviación de Daimiel, es que se trata de un complejo construido en 1922, categorizado como aeródromo militar de socorro y que en 1937 sufrió una ampliación por la necesidad de aterrizaje de aviones más pesados. Desde él escuadrillas como las del Grupo 24 llevaron a cabo operaciones relacionadas con el frente de Extremadura, así como reconocimientos marítimos o bombardeos de barcos enemigos.
Autora: MEPV