En julio de 1936 se produce el estallido de la Guerra Civil española. La provincia de Ciudad Real se sitúa como zona de retaguardia pero ello no impide que se habiliten en muchas de sus localidades elementos defensivos y militares. Además de la construcción, se utilizan estructuras preexistentes como aeródromos militares. A 5km de Alcázar de San Juan (durante la guerra, Alcázar de Cervantes), en la carretera dirección Tomelloso se hallaba una pista de aviación con unas dimensiones de 1.100 x 1.100 m. Este enclave, de forma irregular y de terrenos encharcables, contaba con un depósito de bombas, así como de tres casetas. Estas casetas habían sido antiguas casas de labranza y se habían acondicionado en 1937 para albergar a la guardia, a pilotos y oficiales y para almacenar material de guerra, respectivamente. Además, se documenta la construcción de nueve refugios subterráneos aledaños al campo de aviación.
En principio, este aeródromo suponía un punto estratégico en las rutas aéreas de Valencia y Albacete, llegando incluso a formar parte de la 7ª Región Aérea con sede en Albacete donde se encontraba la jefatura de las Fuerzas Aéreas Republicanas (FARE). Sin embargo, apenas se constata actividad de forma continuada en él más allá de la de ser lugar de repostaje o reparación de averías. La causa principal fue el peligro que corría al encontrarse tan cerca de la localidad que había sido visitada por bombarderos enemigos con anterioridad. El campo de aviación fue bombardeado en julio de 1937 y no se certifica actividad después de la guerra.
Autora: MEPV