La del 6 de diciembre de 1978 fue una fecha electoral clave en la historia de España: los ciudadanos estaban llamados a refrendar la Constitución que habría de marcar las reglas básicas del juego democrático en el país.
Toledo fue la provincia castellanomanchega en la que se dio una mayor participación en el referéndum: un 77,29 % de los toledanos acudieron a las urnas el 6 de diciembre de 1978, lo que suponía diez puntos por encima de la media nacional. Estos votantes se decantaron mayoritariamente por el “SI”, aunque de manera menos intensa que en Albacete o Ciudad Real: mientras un 85,14% votó “SI”, un 14,58% dio su voto negativo a la Constitución. Toledo quedaba de esta forma a seis puntos de distancia de la media alcanzada por el conjunto del país, que era de un 88% de votos positivos, y, dejando de lado el especial caso de Navarra y el País Vasco, se colocaba como la cuarta provincia en la que el número de votos favorables a la Constitución era más bajo, detrás de Burgos, Guadalajara y Palencia.
Dentro de la provincia, fue la propia capital uno de los municipios en los que el rechazo al texto constitucional fue mayor: un 19,80% de los votantes en la ciudad de Toledo votaron “NO”. Por el contrario, en Talavera de la Reina, con una población prácticamente idéntica a la de Toledo, el 85,83% del voto fue positivo, por lo que el porcentaje de voto negativo fue 4 puntos menor que el de la capital.
Autora: ACP