Durante el mes de marzo de 1937 se lleva a cabo una ofensiva por parte del bando sublevado para tomar el control de una serie de puntos estratégicos de la provincia de Guadalajara, con la finalidad de ocupar la capital de provincia y tener vía libre hacia Madrid además de cortar las comunicaciones de la capital con el levante. Las tropas implicadas en las hostilidades eran la División Soria dirigida por Moscardó con el coronel Marzo de la II brigada de dicha división, además del CTV italiano dirigidos por Mario Roatta. El bando republicano, por su parte contaba con la 11ª división de Líster, 12ª división de Nino Nanetti y la 14ª división de Cipriano Mera. Los enfrentamientos se producen entre el 8 y el 22 de marzo del 37.
Tras los combates, en el pequeño municipio de Casas de San Galindo, las tropas sublevadas usan la construcción más alta de la zona para establecer una posición de ametralladora y tiro de fusil. El edificio más elevado como en la mayoría de las ocasiones es la parroquia, en lo alto del campanario de la iglesia de San Juan Bautista, las tropas sublevadas modifican la estructura para conseguir mayor protección, realizando troneras improvisadas en los lados de la torre, desde las cuales pueden observar y atacar al enemigo. Esta práctica no es única, ya que, durante los primeros meses de la guerra, el campanario de la catedral de Ciudad Real también será un puesto similar.
Hoy en día solo quedan restos de esta fortificación en dos de los lados de la torre, habiéndose perdido los otros.
Autor: GRM