El caso de Ocaña es excepcional puesto que en Ocaña se encontraba un célebre y duro penal, en el que se levantó un recinto habilitado como campo de concentración que superó los 2.000 internos. Operó únicamente durante abril de 1939, pero en sus apenas veinte días de operación absorbió los contingentes de los pequeños y breves campos de concentración de Orgaz y Los Yébenes.
Se localizan 3 fosas diferentes dentro del cementerio, fruto de las vejaciones que sufrieron en el penal o, directamente, por asesinatos extrajudiciales o fusilamientos. La fosa no ha sido exhumada y no se conoce a ciencia cierta el número de víctimas, pero desde un primer momento fueron habituales las visitas de familiares. Antes incluso de la muerte del dictador, los familiares señalizaban las fosas con el uso de lirios y se empezó a recaudar dinero para poder elaborar un monolito conmemorativo. Todo este trabajo familiar finalmente se materializó a través de la dignificación de la fosa con este monumento y la creación de la Asociación de Familiares de Ejecutados en el Cementerio de Ocaña. Frente a este trabajo familiar, destaca de forma negativa la participación nula del ayuntamiento en los procesos de democratización: aún están en pie los monumentos franquistas en la localidad.
Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladadas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.
Autor: RAL y AVF.