Durante el periodo que abarca desde la muerte de Franco hasta el año 2000, a nivel local se desarrollaron algunas iniciativas para conmemorar y recordar a las víctimas de la guerra civil y la represión franquista, contrastando con la política de olvido predominante en el plano estatal. Esto condujo a las primeras exhumaciones de fosas que albergaban a estas víctimas. En muchos casos, estos restos fueron exhumados (sin la presencia de expertos) para ser reinhumados de forma conjunta en espacios reservados a dignificar su memoria. Un ejemplo es la fosa del cementerio de Almadenejos.
Los restos que descansan actualmente en el nicho nº3 de la fila nº20 en dicho cementerio fueron trasladados por iniciativa local en los años 80 desde una fosa antigua, que estaba situada en una esquina del cementerio viejo. Estos restos pertenecen a 19 víctimas de la represión franquista, todos hombres, principalmente jornaleros, ganaderos y labradores, con edades comprendidas entre los 19 y los 64 años.
La apertura de la fosa tuvo lugar el 4 de noviembre de 1940, y continuó recibiendo víctimas hasta el 30 de junio de 1941, fecha en la que fueron enterrados 14 hombres fusilados. Estas personas fueron víctimas tanto de las torturas y malas condiciones en las prisiones como de ejecuciones extrajudiciales. Destaca el caso de Eleuterio Víctor Cerezo, cuya muerte fue consecuencia de las torturas, aunque en el Registro Civil de Almadenejos aparece como fallecido por “conmoción cerebral”.
Esta narrativa revela no solo la tragedia de aquellas muertes, también la lucha por la memoria y la dignidad de aquellos que sufrieron injusta e injustificadamente.
En Ciudad Real, el número de fosas localizadas asciende a 62, en las que se han encontrado, según el Mapa Estatal de Fosas, 3158 cuerpos. Sólo el 4% ha sido exhumado al completo. Dentro de la provincia se aprecian marcadas diferencias en torno al tamaño de las fosas: mientras que la fosa de Ciudad Real alberga el 35% de las víctimas totales de la provincia, la de Alcázar de San Juan contiene 12% y la de Almodóvar del Campo se sitúa en tercer lugar con el 8% de las víctimas, la mayor parte de las fosas suelen ser de pequeño tamaño y algunas de ellas contienen tan sólo los cadáveres de miembros de partidas guerrilleras ejecutados individualmente o en pequeños grupos. Además, de las fosas contabilizadas para la provincia de Ciudad Real, 7 fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos.
Autora: LMC.