La fosa de Alcudete de la Jara se encontraba en la carretera de Alcaudete a Calera y Chozas, a poco más de 3km, en el paraje de “La Pradera Baja de Santa Teresa». A finales de mayo de 2010 se inició la exhumación de las dos fosas que la formaban. Se recuperaron 28 cuerpos, 10 en la primera zanja y 18 en la otra. Las víctimas eran hombres de entre 17 y 55 años, todos fusilados el 25 de abril de 1939. Después de ser asesinados, los cuerpos fueron tirados a una trinchera. Las labores de exhumación se realizaron gracias al trabajo de la asociación de familiares y a los datos otorgados por el hijo del que había sido el presunto promotor de los asesinatos, el jefe de la Guardia Civil de la época, Bernardo Gómez Arroyo. Los trabajos se realizaron gracias a una subvención de 25.000€, pero se decidió no realizar pruebas de ADN a los restos debido a la complicación en tiempo y dinero que suponía y los vecinos allí hallados fueron enterrados de forma conjunta.
Toledo supone la segunda provincia de Castilla-La Mancha con mayor número de fosas comunes registrada en el Mapa de Fosas, aunque con los datos conocidos gracias a las investigaciones del equipo de Mapas de la Memoria de la UNED pasaría al tercer puesto. Existen 49 fosas en 32 localidades diferentes. Aparecen 16 fosas no intervenidas, 2 no intervenidas, pero dignificadas, 4 exhumadas parcialmente y una que además ha sido dignificada, 12 exhumadas totalmente (aunque la mayoría no ha sido de forma científica y en muchos casos solo un traslado al osario) y una dignificada; 2 han desaparecido y, por último, 11 han sido trasladas al Valle de Cuelgamuros, antes denominado Valle de los Caídos. Más del 55% de las fosas no han sido intervenidas o han sido trasladas al Valle de Cuelgamuros. Las cifras de la represión franquista en Toledo siguen sin estar claras, pero los estudios de la última década se acercan cada vez más en torno a las 5000, siendo la razia la forma principal forma de represión durante el conocido como “primer terror”.
Autor: RAL