Con la detención de “El Manco de La Pesquera” o “Fortuna” el 27 de abril de 1952 comenzó a gestarse toda una leyenda sobre su figura. Basiliso Serrano se echó al monte a principios de 1946, contribuyendo enormemente al desarrollo del AGLA desde principio a fin en su zona de actuación -la serranía conquense- debido a la experiencia que tenía en este territorio, pues su familia ya se había ganado la vida recorriendo los montes de la comarca de Contreras, las orillas del río Cabriel y parte de La Manchuela.
El Manco nació en La Pesquera (Cuenca) el 15 de abril de 1908. Era hijo de Francisco y Rosario. Cuando se echó al monte estaba casado y de oficio era labrador. Durante la Guerra Civil había sido un miembro destacado de la CNT.
En la sierra actuó muchas veces de manera individual, alejado del grupo guerrillero. Ello, junto a su fuerte carácter y su peculiar fisionomía -reconocido porque le faltaban algunos dedos de la mano izquierda-, contribuyó a crear toda una leyenda en torno a su persona. Organizó un grupo de guerrilleros que resistió hasta el final, sin deserciones, por eso fue respetado dentro de la organización, a pesar de cometer muchos errores.
Tras su detención, El Manco declaró todo lo que conocía sobre el AGLA: posiciones, campamentos, cómo era la estructura de la organización y sobre los guerrilleros. Ello obligó a cambiar la organización de la Agrupación. A pesar de su contribución a la Guardia Civil, fue juzgado en la plaza del Cid de Valencia el 29 de septiembre de 1952 y fusilado el 10 de diciembre de 1955 en el campo de tiro de Paterna.
Autora: LPG