En julio de 1936 se produce el estallido de la Guerra Civil española. En principio esta se prevé breve por lo que, hasta pasados varios meses del inicio, se realizan movimientos defensivos rápidos e improvisados. Ciudad Real, Cuenca y Albacete se posicionan como zona de retaguardia, pero ello no impide que se habiliten en estas zonas elementos defensivos y militares. Los aeródromos republicanos se construyen basándose en el artículo publicado por el Ministerio de Defensa Nacional Republicano en 1938, firmado por S. Ivánov, titulado “Aeródromos de campaña”. Los de Ciudad Real eran, principalmente, aeródromos de campaña: sin iluminación nocturna o señalización de las pistas, que no estaban asfaltadas y que se ubicaban en terrenos agrícolas. Además, se atestigua la presencia de casas de guardia, refugios y otras instalaciones de servicios auxiliares.
Aeródromo perteneciente al 1er Sector de la 5ª Región Aérea, situado sobre un terreno duro, pedregoso y no encharcable, contaba con una forma rectangular y unas dimensiones de 2.000 x 1.200 m. Contaba con un cuerpo de guardia, unos barracones como alojamiento, un refugio-búnker que aprovecha el talud del arroyo de La Salcedilla y que se encuentra revestido por piedra cuarcítica y por cemento, único en su tipología en la provincia. También, como pasaba con el aeródromo de La Garganta-Conquista, parte del personal se alojaba en la localidad cordobesa de Conquista. También, este aeródromo tuvo su período de máxima operatividad coincidiendo con la ofensiva republicana en Extremadura y dado que el cuartel general del Ejército de Extremadura se situaba en Almadén.
Esta ubicación se consolida como un vestigio único en la provincia de Ciudad Real ya que cuenta con la existencia de graffitis situados principalmente en los cinco refugios antiaéreos de menor tamaño que bordearían la pista de aterrizaje y despegue. Existen tanto inscripciones como motivos figurativos relacionados con la actividad militar.
Autora: MEPV